El modelo holandés

Holanda es el único país del mundo en el que se pueden comprar legalmente drogas blandas. Las autoridades, pese a las protestas feroces de algunos Gobiernos extranjeros para que cierren las tiendas en las que se vende hachís, decidieron que el consumo de estos estupefacientes estaba tan generalizado que no merecía la pena dedicar grandes esfuerzos a reprimirlo.En muchas ciudades existen los denominados grasshopper, en los que no se sirve alcohol, pero se ofrecen distintas clases y calidades de marihuana o hachís, con sus correspondientes precios. Para los más golosos, el menú incluye ta...

Holanda es el único país del mundo en el que se pueden comprar legalmente drogas blandas. Las autoridades, pese a las protestas feroces de algunos Gobiernos extranjeros para que cierren las tiendas en las que se vende hachís, decidieron que el consumo de estos estupefacientes estaba tan generalizado que no merecía la pena dedicar grandes esfuerzos a reprimirlo.En muchas ciudades existen los denominados grasshopper, en los que no se sirve alcohol, pero se ofrecen distintas clases y calidades de marihuana o hachís, con sus correspondientes precios. Para los más golosos, el menú incluye también la posibilidad de saborear pastel de hash.

Amsterdam ofrece además a los fumadores y no fumadores la posibilidad de tener un pequeño conocimiento del mundo del cannabis y sus derivados. La Venecia del Norte, como se la conoce popularmente, dispone de un recién inaugurado Museo del Hachís, en el que se recoge la información histórica, así como muestras de 40 tipos de plantas, artesanía de los países de Oriente relativa al tema y una serie de métodos de contrabando. Los visitantes del museo pueden adquirir semillas seleccionadas y camisetas y carteles alusivos al consumo de estos estupefacientes.