El 'cetme' se cayó fuera de la garita al reconstruir el sospechoso el suceso

El juez que lleva el caso de la muerte de María Gabarrón, Jesús Calderón, hizo anoche una reconstrucción de los hechos en el cuartel de la Armada situado en la avenida de San Luis, desde donde partió supuestamente la bala. El soldado Francisco Suárez Martínez repitió insistentemente los movimientos que declaró ante el juez haber realizado aquél día y que desencadenaron el disparo. Se situaba en la puerta de la garita situada a la derecha -mirando hacia el edificio- de la entrada principal del cuartel, en la avenida de San Luis.Salía de ella, giraba 90 grados y quedaba de espaldas a la c...

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El juez que lleva el caso de la muerte de María Gabarrón, Jesús Calderón, hizo anoche una reconstrucción de los hechos en el cuartel de la Armada situado en la avenida de San Luis, desde donde partió supuestamente la bala. El soldado Francisco Suárez Martínez repitió insistentemente los movimientos que declaró ante el juez haber realizado aquél día y que desencadenaron el disparo. Se situaba en la puerta de la garita situada a la derecha -mirando hacia el edificio- de la entrada principal del cuartel, en la avenida de San Luis.Salía de ella, giraba 90 grados y quedaba de espaldas a la calle y -mirando hacia el patio del cuartel. Acto seguido, se le soltaba el enganche superior del correaje del cetme, que llevaba colgado del hombro. El arma caía hacia atrás. En dos de la veintena de ocasiones que se realizó, la boca del arma quedó apoyada en la parte superior del muro del recinto y por debajo de la verja metálica, apuntando, en un plano aparentemente horizontal hacia la acera donde cayó María Gabarrón.

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En otras ocasiones, la culata llegó a tocar el suelo del rellano situado ante la garita, y la mira apuntó el cielo. El muro del cuartel, en el lugar donde estaba situado el soldado, no le llegaba ni a la rodilla, el resto era valla metálica, y un espacio libre entre ambas.

En medios policiales se dudaba de la versión del soldado. Opinaban que el cetme, conforme la hipótesis reconstruida, se habría disparado al chocar en el suelo la culata, por su mayor peso, lo que habría hecho que la boca del arma mirara hacia arriba. Aun en el caso de que el cañón del cetme hubiera quedado- apoyado en el muro, sostenían que por ligera que fuese la inclinación hacia arriba, por el peso de la culata, el disparo más probablemente habría alcanzado un piso que a un viandante. Y se quejaron de no haber recibido aún la autopsia, con la que podrían avanzar en determinar la trayectoria de la bala.

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