La fertilización 'in vitro' permite a una británica tener una niña 18 meses después de nacer su hermana melliza
Una mujer británica ha dado a luz a un bebé 18 meses después de nacer su hermana melliza. Este parto, que no tiene precedentes, ha sido posible con la técnica de fertilización artificial y congelación de embriones, informó ayer el diario Daily Telegraph.
El bebé, que se llama Elizabeth, nació en la ciudad industrial de Stoke-on-Trent, en el centro de Gran Bretaña, fue concebida hace tres años y su embrión fue congelado mientras su madre, Mary Wright, se sometía a un tratamiento de fertilización, informó el diario.Los médicos fertilizaron 10 óvulos por el sistema de fertilización ...
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Una mujer británica ha dado a luz a un bebé 18 meses después de nacer su hermana melliza. Este parto, que no tiene precedentes, ha sido posible con la técnica de fertilización artificial y congelación de embriones, informó ayer el diario Daily Telegraph.
El bebé, que se llama Elizabeth, nació en la ciudad industrial de Stoke-on-Trent, en el centro de Gran Bretaña, fue concebida hace tres años y su embrión fue congelado mientras su madre, Mary Wright, se sometía a un tratamiento de fertilización, informó el diario.Los médicos fertilizaron 10 óvulos por el sistema de fertilización in vitro. Cuatro de los embriones resultantes fueron implantados en la madre y los seis restantes fueron congelados.
Cuando fracasó el primer intento para conseguir un embarazo, los doctores implantaron, en enero de 1985, dos de los embriones congelados, uno de los cuales dio lugar al nacimiento de la hermana mayor de Elizabeth, Amy, que ahora es una robusta niña de 18 meses.
El pasado mes de julio, Wright, de 38 años, y su marido Philip volvieron a la clínica Bourn Hall que dirigen los doctores Patrick Steptoe y Robert Edwards, pioneros de la fertilización in vitro, y a la mujer le fueron implantados los cuatro embriones restantes. De esta última implantación Mary quedó embarazada de Elizabeth. Los doctores del hospital se negaron a hacer comentarlos sobre el nacimiento de Elizabeth, que pesó cuatro kilogramos al nacer. La madre se había esterilizado después de divorciarse, pero quiso tener hijos cuando se volvió a casar.
Los ginecólogos Steptoe y Edwards, directores científicos de la clínica, diseñaron el proceso de fertilización in vitro que permitió el nacimiento del primer bebé probeta del mundo, Louise Brown, en julio de 1978.