Una congregación religiosa pide la destitución del arzobispo Marcinkus

La congregación religiosa de los dehonianos, a través de su revista, Settimana, ha pedido al Papa la destitución del arzobispo Paul Marcinkus de su cargo de presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), considerado el banco del Vaticano.

Se trata del primer instituto religioso que ha hecho esta petición pública contra Marcinkus, procesado por los tribunales italianos por sus supuestas responsabilidades en la quiebra fraudulenta del Banco Ambrosiano.Settimana, la publicación más importante de curas y seglares en el ámbito de la pastoral italiana, dice en su editorial:...

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La congregación religiosa de los dehonianos, a través de su revista, Settimana, ha pedido al Papa la destitución del arzobispo Paul Marcinkus de su cargo de presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), considerado el banco del Vaticano.

Se trata del primer instituto religioso que ha hecho esta petición pública contra Marcinkus, procesado por los tribunales italianos por sus supuestas responsabilidades en la quiebra fraudulenta del Banco Ambrosiano.Settimana, la publicación más importante de curas y seglares en el ámbito de la pastoral italiana, dice en su editorial: "La Santa Sede ha defendido siempre a Marcinkus, pero no se puede eludir la sospecha de que con ello haya intentado defenderse a sí misma más que al mismo Marcirikus".

El editorial señala también: "No podemos dejar de subrayar que en las administraciones civiles, generalmente, quien se halla judicialmente imputado dimite de su cargo hasta que no se haya probado su inocencia".

Mientras tanto, el Vaticano no desiste en la defensa del banquero de Dios. Recurrió primero, inútilmente, al Tribunal de la Libertad para impugnar los mandatos de detención de Marcinkus y sus dos colaboradores seglares, los ancianos Pellegrino de Strobel y Luigi Mennini. Este último, padre de 12 hijos, ha estado ya en la cárcel por el caso Sindona, y luego puesto en libertad por motivos graves de salud y por su avanzada edad.

El Tribunal de la Libertad, dando razón a los jueces de Milán, que han pedido la comparecencia del arzobispo Marcinkus, ratificó las órdenes de detención para los tres, firmados por los magistrados. Ahora el Vaticano ha recurrido a través de sus abogados al Tribunal Supremo con la esperanza de tener allí más éxito. Todo menos aceptar, como los otros mortales, la decisión de los jueces.

"Mayor generosidad"

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Mientras tanto, el cardenal Giuseppe Caprio, prefecto para los Asuntos Económicos de la Santa Sede, bajo cuya jurisdicción está el mismo Marcinkus, declaró ayer en una entrevista concedida -"en forma excepcional", como ha querido subrayar- al diario económico II Sole 24 Ore que, por vez primera, el Vaticano acaba de enviar una carta personal a los 3.000 obispos del mundo en la que les exhorta a una mayor responsabilidad con el problema de la deuda del Vaticano y pide a los fieles "mayor generosidad económica" con el Papa.El cardenal Caprio ha confirmado que los balances de 1985 han sido enviados a los obispos y negados a la opinión pública, pero condena Ias habladurías" sobre las supuesta dilapidazión de las riquezas vaticanas. Afirma que el patrimonio actual de la Santa Sede, comprendidos los inmuebles y los títulos mobiliarios, es sólo de 73.000 millones de pesetas, y añade que más de la mitad de dicho patrimonio no sólo es activo, sino pasivo.

Los motivos del déficit vaticano se deben, según el cardenal Caprio, al hecho de que, desde el Concilio Vaticano 11, los organismos de la Santa Sede han pasado de 37 a 47, y se ha doblado el personal que trabaja para la Santa Sede.

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