Los comerciantes de Aranjuez piden la desaparición del rastro

Una batalla de firmas se ha desatado entre el comercio sedentario y el ambulante de Aranjuez por la reducción o mantenimiento del tradicional rastro de los sábados, que ha llevado, por un lado, a la delegación de la Cámara de Comercio e Industria a realizar una encuesta entre 500 comerciantes para conocer sus impresiones y, por otro, a la asociación de comerciantes ambulantes a la solicitud de firmas en apoyo de su continuidad.El problema radica en el sector de frutas y hortalizas, ya que sus precios en el rastro oscilan entre un 25% y un 50% menos que en los comercios locales. Las amas de cas...

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Una batalla de firmas se ha desatado entre el comercio sedentario y el ambulante de Aranjuez por la reducción o mantenimiento del tradicional rastro de los sábados, que ha llevado, por un lado, a la delegación de la Cámara de Comercio e Industria a realizar una encuesta entre 500 comerciantes para conocer sus impresiones y, por otro, a la asociación de comerciantes ambulantes a la solicitud de firmas en apoyo de su continuidad.El problema radica en el sector de frutas y hortalizas, ya que sus precios en el rastro oscilan entre un 25% y un 50% menos que en los comercios locales. Las amas de casa efectúan allí sus compras para toda la semana. Los comerciantes locales se sienten perjudicados, y con el apoyo de la Cámara de Comercio, quieren presionar ante el Ayuntamiento de Aranjuez para que reduzca los puestos o cambie la fecha de celebración.

La asociación de vendedores ambulantes acusa al comercio sedentario de buscar la desaparición o la reducción del tradicional mercadillo, cuando éste funciona desde hace cientos de años, muchos más que los comercios sedentarios, que se instalaron conociendo su existencia y "ahora quieren su desaparición". Los ambulantes tampoco admiten la postura de la Cámara de Comercio de beneficiar a un sector comercial a costa de la desaparición de otro, "en este caso el ambulante, totalmente legal, como suponemos sabrá esta institución".

Los comerciantes sedentarios afirman en sus protestas que, con el rastro, el dinero de los consumidores se va fuera del pueblo. En opinión de los ambulantes esto no es totalmente cierto, ya que hay vendedores ambulantes de la localidad, y "además nuestro interés sí se centra en beneficiar al consumidor".

En la actualidad, el rastro se compone de 185 puestos, de los cuales 47 son de fruta y el resto de artículos textiles y de regalo en general, que pagan sus licencias anuales a 4.725 pesetas por metro lineal.

Asimismo, se efectúan inspecciones sobre la procedencia de los géneros, dándose la coincidencia de que en la oficina de información al consumidor no se ha presentado nunca una queja.

Tampoco la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios de Aranjuez considera perjudicial el emplazamiento del rastro, por cuanto también quedan beneficios para ciertos sectores comerciales por la afluencia de gentes de otras poblaciones vecinas que llegan hasta Aranjuez por el reclamo del rastro.

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