Poder y mofa

Viendo los recientes debates parlamentarios en las Cortes, soy de los que creen que ha habido multitud de españoles que nos hemos sentido indignados y hasta ofendidos por las actitudes de risa sarcástica persistentemente mantenidas por el presidente y vicepresidente del Gobierno del Estado, reflejadas en TVE cada vez que las cámaras los enfocaban. Cuando alguno de los diputados hacía de los gobernantes críticas -por razonadas que fuesen-, ni una de las veces que salieron en imagen González y Guerra tenían la compostura, respeto y dignidad que, por elemental decoro, deben a los españoles que no...

Viendo los recientes debates parlamentarios en las Cortes, soy de los que creen que ha habido multitud de españoles que nos hemos sentido indignados y hasta ofendidos por las actitudes de risa sarcástica persistentemente mantenidas por el presidente y vicepresidente del Gobierno del Estado, reflejadas en TVE cada vez que las cámaras los enfocaban. Cuando alguno de los diputados hacía de los gobernantes críticas -por razonadas que fuesen-, ni una de las veces que salieron en imagen González y Guerra tenían la compostura, respeto y dignidad que, por elemental decoro, deben a los españoles que nos sentimos representados en el Congreso, a los diputados opositores y hasta a los propios altos cargos que de presidente y vicepresidente del Gobierno español ostentan.Esas actitudes, ¿qué son?: prepotencia, superioridad, altanería, autosuficiencia, menosprecio, burla, mofa o simplemente bufonería?

"Llaneza, Sancho", que dijo don Quijote, "debe acompañar a la gravedad del cargo". Tómense éste menos despectivamente hacia los demás, con más respeto a su condición de gobernantes y, sobre todo, con más consecuencia, ¡mucha más consecuencia!, en el cumplimiento de sus programas electorales.- Leo Fraile.