Cartas al director

Reparar la afrenta

Estas cuatro letras se enderezan a reparar, asaz pobremente por venir de quien vienen-, una afrenta. Afrenta y vergüenza que de continuo su diario nos endilga. No sin cabreo observo que en este santo día abundan acerca de Heidegger. Éstas sus preces más semejan oprobios que loas. Ponderen, si no, lo venidero. Extraña cosa perorar del vate Martín sin mentar a Juan David García Bacca (urge un reconocimiento, acaso conocimiento, de esta excelencia viva), a José Gaos, a Xavier Zubiri (aprovecho estos renglones para solicitar de los traspuestos editores españoles den a la imprenta las yaducciones d...

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Estas cuatro letras se enderezan a reparar, asaz pobremente por venir de quien vienen-, una afrenta. Afrenta y vergüenza que de continuo su diario nos endilga. No sin cabreo observo que en este santo día abundan acerca de Heidegger. Éstas sus preces más semejan oprobios que loas. Ponderen, si no, lo venidero. Extraña cosa perorar del vate Martín sin mentar a Juan David García Bacca (urge un reconocimiento, acaso conocimiento, de esta excelencia viva), a José Gaos, a Xavier Zubiri (aprovecho estos renglones para solicitar de los traspuestos editores españoles den a la imprenta las yaducciones de los susodichos). ¿Los desconocen? ¿Los sobrepujan? ¿Les mojan la oreja?Sé de personal a quien basta y sobra ver cariños suyos nombrados en su periódico para acto continuo aborrecerlos. Conducta quizá imprudente, bien excusable empero. Uno dice; vindiquemos y loemos a Heidegger maigré EL PAÍS; vindiquemos y loemos a. Unamuno y Jugo, a García Bacca, a Schopenhauer, a Weininger maigré EL PAÍS, Savater y demás marisabidillos.

Alafia pido para los precitos venablos. Nadie ignora ya que las catilinarias, las crisis harto poca cosa derriban. Principiemos la expiación y acaso nos sea dado merecer un no inverosímil adviento. Adviento, ni qué hablar tiene, sobradamente columbrado por Martín Heidegger.-

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