El Banco de España eleva en un punto el coeficiente de caja de bancos y cajas

El Banco de España elevó ayer en un punto el coeficiente de caja que bancos y cajas de ahorro tienen que mantener inmovilizado para tratar de recuperar el control del crecimiento monetario, que en el pasado mes de febrero tuvo tasas de incremento muy superiores a las previsiones de la Administración. El Banco de España había elevado ayer mismo hasta el 13,5% el precio del dinero de las subastas de préstamos de regulación para frenar el crecimiento monetario, pero al final decidió optar por una vía más fuerte de drenar liquidez al sistema.

El Banco de España elevó, del 18% al 19%, el por...

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El Banco de España elevó ayer en un punto el coeficiente de caja que bancos y cajas de ahorro tienen que mantener inmovilizado para tratar de recuperar el control del crecimiento monetario, que en el pasado mes de febrero tuvo tasas de incremento muy superiores a las previsiones de la Administración. El Banco de España había elevado ayer mismo hasta el 13,5% el precio del dinero de las subastas de préstamos de regulación para frenar el crecimiento monetario, pero al final decidió optar por una vía más fuerte de drenar liquidez al sistema.

El Banco de España elevó, del 18% al 19%, el porcentaje de recursos ajenos que las entidades financieras tienen que mantener inmovilizados en cuentas del banco emisor para tratar de recuperar el control monetario y ayudar en parte a financiar el déficit del sector público. Hasta ayer el coeficiente de caja era el 18% de los pasivos, y de este volumen se retribuía al 15,5% mientras que el resto no recibe ninguna remuneración. A partir de mañana la parte remunerada aumenta en un punto hasta el 16,5% y el resto sigue invariable. La medida de restricción, monetaria supone movilizar unos 200.000 millones de pesetas, que percibirán una remuneración similar a las últimas emisiones de pagarés del Tesoro, según fuentes del Banco de España.La medida, que se temía fuera tomada por el Banco de España tras la imposibilidad de frenar la cantidad de dinero en circulación mediante la política de altos tipos de interés que viene practicando desde hace varios meses, tendrá como efecto a medio plazo una restricción del crédito al sector privado proporcionado por las entidades financieras. Dada la imposibilidad de limitar el crecimiento del déficit del sector público, y ante la creencia de que el sector privado esté recibiendo cantidades de dinero bastante por encima de lo que se considera necesario para mantener la actividad, el Ministerio de Economía, a través del Banco de España, ha optado por cerrar en parte el grifo de financiación hacia este último.

Los mecanismos utilizados hasta ahora habían sido la elevación del precio del dinero -tratando de que bancos y cajas redujeran el volumen de dinero prestado-, o la retirada de fondos mediante la cesión de pagarés del Tesoro de la cartera que mantiene el banco emisor.

Los datos de crecimiento monetario del mes de febrero han sido tan elevados en relación a lo que se debería haber producido que, para lograr el control, el Banco de España incrementó la presión sobre el mercado para lograr frenar el crecimiento del crédito. Según los datos provisionales de que se dispone, el sector público ha incrementado sus necesidades de financiación, hasta colocarlas en porcentajes ligeramente superiores a los del mismo mes de 1986, mientras que el crédito al sector privado también ha mantenido una cierta tendencia alcista.

Aunque a primeros del pasado mes las necesidades de endeudamiento del sector público habían sido bastante menores que las de un año antes, como consecuencia de unos mayores, ingresos fiscales, a partir de la mitad del mes han crecido a tasas muy elevadas, lo que ha provocado un desbordamiento de la cantidad de dinero en circulación.

Entrada de divisas

La subida del precio del dinero estaba teniendo consecuencias exclusivamente para el negocio bancario llevado a cabo por las entidades extranjeras, que se financian con fondos del interbancario, mientras que en el conjunto de la banca ñacional se segulan manteniendo los mismos niveles de inversión crediticia al no tener unos costes de sus pasivos tan elevados. Por ello, al final el Banco de España no ha tenido más remedio que inmovilizar parte de los depósitos mediante la subida de los coeficientes.La subida de tipos de interes en el mercado monetario, con una rentabilidad real de ocho puntos aproxinidamente el doble de la existente en el resto de los mercados internacionales, tendrá como efecto inmediato una entrada de capital especulativo que incrementará las tensiones de liquidez y una cierta tendencia al alza de la peseta, que rebajará la competitividad española.

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