La nueva voz de León Felipe

"Sólo me ha quedado la voz, como decía León Felipe". Así respondió ayer José María Ruiz-Mateos a las preguntas de los periodistas sobre la cobertura financiera de que dispone para hacer frente al largo proceso jurídico que anunció ayer su tercer abogado.Desde tres o cuatro gestos rígidos, siempre con el rostro tenso y casi inmóvil -llegó a decir que sentía al mismo tiempo indiferencia, tristeza y alegría-, el otrora dueño del autodenominado primer grupo privado de España asintió cuando su defensor contestaba que el nuevo proceso judicial "A Ruiz-Mateos no le va a costar ni un duro.

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"Sólo me ha quedado la voz, como decía León Felipe". Así respondió ayer José María Ruiz-Mateos a las preguntas de los periodistas sobre la cobertura financiera de que dispone para hacer frente al largo proceso jurídico que anunció ayer su tercer abogado.Desde tres o cuatro gestos rígidos, siempre con el rostro tenso y casi inmóvil -llegó a decir que sentía al mismo tiempo indiferencia, tristeza y alegría-, el otrora dueño del autodenominado primer grupo privado de España asintió cuando su defensor contestaba que el nuevo proceso judicial "A Ruiz-Mateos no le va a costar ni un duro.

A diferencia del poeta zamorano muerto en su exilio de México y revivido por Paco Ibáñez entre la juventud del 68 -"he perdido la vida..., me queda la palabra"-, el fundador de Rumasa no se resigna al grito de "qué sólo y qué cansado/ de andar a la deriva/ por todos los caminos/".

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Además de alegrarse por sentir "aterrorizados" a quienes le han llevado a su actual situación, entre quienes circula la idea de que dispone en el extranjero de al menos 50.000 millones de pesetas, el expropiado del 23-F anuncia que ya ha realizado varios negocios en España y que en enero próximo quedará constituida su nueva empresa, José María Ruiz-Mateos, SA, "con bastantes miles de millones de pesetas de capital social aportado por simpatizantes".

A la pregunta de si ha ganado o perdido en éstos negocios, respondió. "En Rumasa estaba prohibido perder dinero, y no puedo decir lo que he ganado, porque hay muchos inspectores de Hacienda por ahí".

José María Ruiz-Mateos acusó al ministro de Justicia de "desverguenza", por afirmar que los cludadailos han comprendido que la expropiación de Rumasa se hizo por necesidades de utilidad pública. Frente a la insistencia del Gobierno en que los contribuyentes pagarán algo menos de 500.000 millones de pesetas, el fundador de Rumasa reiteró que "se sabe que el coste va a ser de billón y medio de pesetas y, que se han perdido 25.000 puestos de trabajo.

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