Los jesuitas mantienen la 'democracia consultiva', pese a los conservadores

El prepósito general de la Compañía de Jesús, Peter-Hans Kolvenbach, ha defendido en una carta enviada a todos los jesuitas la validez de la llamada búsqueda permanente en común de la voluntad de Dios. La carta intenta responder a las objeciones que se venían haciendo en los ambientes más conservadores de la Compañía de Jesús a este concepto de democracia consultiva, aprobado en la última congregación general.

El miedo de los jesuitas conservadores es que dicho concepto puede abrir las puertas a una demoracia interna dentro de una institución que ha sido siempre jerárquica...

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El prepósito general de la Compañía de Jesús, Peter-Hans Kolvenbach, ha defendido en una carta enviada a todos los jesuitas la validez de la llamada búsqueda permanente en común de la voluntad de Dios. La carta intenta responder a las objeciones que se venían haciendo en los ambientes más conservadores de la Compañía de Jesús a este concepto de democracia consultiva, aprobado en la última congregación general.

El miedo de los jesuitas conservadores es que dicho concepto puede abrir las puertas a una demoracia interna dentro de una institución que ha sido siempre jerárquica y en la que deben decidir los superiores autónomamente.Peter-Hans Kolvenbach responde que en realidad esta búsqueda permanente en común de la voluntad de Dios es sólo una aplicación a nuestros tiempos del carisma ignaciano.

En la última congregación general se había añadido al concepto de búsqueda en común el adjetivo apostólico, que no había gustado a muchos, que temían que significara un resbalón hacia un concepto sociológico. Pero el general jesuita responde que ello está en consonancia con la actividad de la Compañía, que ha sido siempre pastoral.

Por otra parte, el padre Kolvenbach explica que dicha búsqueda comunitaria es sólo de tipo consultivo y que, por tanto, no está en contradicción con el poder de los superiores de decidir con autonomía, y, consiguientemente, "no recorta sus poderes".

Pero dicho esto añade que la fidelidad a la norma de una consulta común y continua antes de decidir corresponde a toda una serie de signos de los tiempos, como, por ejemplo, "el crecimiento de la conciencia acerca de la dignidad y de la capacidad de participación de la persona libre", y como fidelidad a "las directivas del Concilio Vaticano II sobre la obediencia de los institutos religiosos al carisma de sus fundadores". Y por último, para estar en regla hasta con el mismo nuevo Código de Derecho Canónico, el cual, recuerda el superior jesuita, "solicita una participación más activa de todos y cada uno de los religiosos al gobierno de la Compañía".

Kolvenbach está considerado un jesuita de espíritu fino y en total sintonía con la apertura de su antecesor, Pedro Arrupe, que sigue aún en vida dando ejemplo de admirable serenidad, según afirman sus compañeros más cercanos.

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