La nueva Xunta, forzada por los 'hombres fuertes' de Coalición Popular

La composición del nuevo Gobierno autonómico gallego supone un intento de dar satisfacción a los hombres fuertes de Coalición Popular en Galicia, y en particular a los presidentes de las diputaciones provinciales, con el objeto de garantizar su apoyo y concluir la crisis institucional, más que el resultado de una elección personal de Gerardo Fernández Albor entre personas de su confianza, según reconocieron ayer fuentes aliancistas.

Este reparto de influencias puede disgregar, según las mismas fuentes, la frágil estructura de partido de Alianza Popular en Galicia y acrecentar la influen...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La composición del nuevo Gobierno autonómico gallego supone un intento de dar satisfacción a los hombres fuertes de Coalición Popular en Galicia, y en particular a los presidentes de las diputaciones provinciales, con el objeto de garantizar su apoyo y concluir la crisis institucional, más que el resultado de una elección personal de Gerardo Fernández Albor entre personas de su confianza, según reconocieron ayer fuentes aliancistas.

Este reparto de influencias puede disgregar, según las mismas fuentes, la frágil estructura de partido de Alianza Popular en Galicia y acrecentar la influencia en su seno de los presidentes de las corporaciones provinciales.La inclusión de María Jesús Sainz García en el nuevo Gobierno autonómico para dirigir la Consejería de Educación es atribuida en fuentes de CP al presidente de la Diputación de Lugo, Francisco Cacharro Pardo. Las mismas fuentes interpretan la incorporación de Fernando Pedrosa Roldán como consejero de Ordenación del Territorio como una imposición del hasta ayer presidente de la Diputación de La Coruña y nuevo vicepresidente de la Xunta Mariano Rajoy.

Ángel Ruiz Fidalgo, consejero de Agricultura, fue apoyado por el presidente de la Diputación de Orense, Victorino Nuñez, y el presidente de la Diputación de La Coruña Enrique Marfany (a su vez presidente del PDP en Galicia) impuso sus tesis al lograr impedir que fuera designado vicepresidente de la Xunta su rival en La Coruña, José Manuel Romay Beccaria, presidente provincial de AP y principal asesor de Albor en la resolución de la crisis.

Los nuevos consejeros juraron ayer sus cargos en una breve ceremonia celebrada en el palacio de Raxoi y a la que asistieron varios ex consejeros, entre ellos el dimitido vicepresidente José Luis Barreiro. Barreiro insistió en su "lealtad" a AP, lo que fue interpretado entre sus compañeros de partido como un intento de acallar las acusaciones de "conspirador" que se vierten contra él.

Barreiro reconoció que en los próximos meses va a mantenerse "a la espera". El ex vicepresidente autonómico continuará tanto en la secretaría general de AP de Galicia como de portavoz parlamentario de CP en el Parlamento gallego.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En