Teología en TVE

Aprovecho este espacio de su periódico para expresar m¡ más profunda indignación por el tratamiento que los servicios del programa Telediario punto y aparte dieron al tema de la teología de la liberación dialogando con el sacerdote Ernesto Cardenal. Hace tiempo que dejé de creer en las películas de buenos y malos, y eso es precisamente lo que parecía ese programa supuestamente informativo.Parcialidad en las afirmaciones, nula objetividad en el enfoque de la cuestión, tópicos dichos como sentencias definitivas, simplismo total, juicios expresados sin conocer -como se dice- de la m...

Aprovecho este espacio de su periódico para expresar m¡ más profunda indignación por el tratamiento que los servicios del programa Telediario punto y aparte dieron al tema de la teología de la liberación dialogando con el sacerdote Ernesto Cardenal. Hace tiempo que dejé de creer en las películas de buenos y malos, y eso es precisamente lo que parecía ese programa supuestamente informativo.Parcialidad en las afirmaciones, nula objetividad en el enfoque de la cuestión, tópicos dichos como sentencias definitivas, simplismo total, juicios expresados sin conocer -como se dice- de la misa la media. En definitiva: Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger, son la viva encarnación del anti-Evangelio, y la Iglesia popular nicaragüense es, toda ella, perfecta en su fidelidad al Evangelio. ¿No es eso simplismo, como mínimo? Aunque, lamentablemente, TVE nos tiene acostumbrados a este tratamiento cuando habla de la Iglesia, empezando por las crónicas -sabrosísimas- del corresponsal en la ciudad del Tíber.

¿Por qué se dijo que Roma condena la teología de la liberación? No es cierto. Y me remito al último documento que publicó la congregación vaticana sobre el tema.

¿Por qué se mostró la fotografía del dictador chileno comulgando, diciendo que la Iglesia -mal dicha oficial- está a su lado? No es cierto. Un obispo de aquel país me dijo que todos los prelados de allí -excepto uno o dos casos aislados- estaban en total oposición al régimen. Y la realidad aquí está.

Y podría hacer otras muchas preguntas, de difícil respuesta para los responsables del programa. Pero no puedo extenderme.

Simplemente quiero dejar constancia de mi total desacuerdo con el programa citado y apelo al derecho que tenemos los ciudadanos de recibir información verídica en todas las cuestiones.

¡Ah, por cierto! Pere Casaldáliga -este gran cristiano y fiel pastor- no es "cardenal de Brasil", como se imprimió en la pantalla cuando se le entrevistaba. Es obispo de una diócesis de ese país, ni más ni menos.-