Cartas al director

Desertización

Si un poderoso enemigo nos atacara se movilizaría todo el país para repeler la agresión. ¿A qué esperarnos para movilizarnos contra un enemigo que, de vencernos, jamás lograríamos echarle y nos sumiría, en la miseria?. Pues tenemos dentro ya al enemigo de la desertización y no se hace nada o se hace muy poco.Creo que ha llegado el momento de movilizar a miles de ciudadanos, por ejemplo, los objetores de conciencia, los parados jóvenes, formarles y dotarles de medios para erradicar a tan poderoso enemigo, atacándole en tres frentes:

- Repoblación, de flora y fauna, racional, programada, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Si un poderoso enemigo nos atacara se movilizaría todo el país para repeler la agresión. ¿A qué esperarnos para movilizarnos contra un enemigo que, de vencernos, jamás lograríamos echarle y nos sumiría, en la miseria?. Pues tenemos dentro ya al enemigo de la desertización y no se hace nada o se hace muy poco.Creo que ha llegado el momento de movilizar a miles de ciudadanos, por ejemplo, los objetores de conciencia, los parados jóvenes, formarles y dotarles de medios para erradicar a tan poderoso enemigo, atacándole en tres frentes:

- Repoblación, de flora y fauna, racional, programada, eficaz y suficiente.

- Conservación y desarrollo de lo existente y de lo que se haga.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Vigilancia intensa y continuada.

Todo ello apoyado en unas leyes eficaces, que protejan y fomenten nuestra. riqueza ambiental y castiguen muy rigurosamente a los asesinos, voluntarios o inconscientes, de nuestro medio ambiente.

¿Que todo eso es caro? Es posible, pero ¿no es mucho más caro e irreversible transformarnos en una sucursal del Sáhara?

ELPAÍS, de su dirección, tiene una gran influencia entre los ciudadanos y debe dar ejemplo iniciando y manteniendo una campaña al respecto, hasta conseguir que se tomen medidas urgentes. No perdamos el tiempo discutiendo, mal nacional, cuántos ángeles caben en la punta de un alfiler; aunque sea por una vez, ocupémonos en fabricar alfileres-

Valladolid.

Archivado En