Reagan urge a los países occidentales a reactivar sus economías

Ronald Reagan ha invitado a Europa y Japón a unirse sin demora a Estados Unidos por el camino de un crecimiento fuerte y a lanzar una revolución fiscal paralela a la que recientemente ha sido aprobada por el Congreso norteamericano.El presidente norteamericano, en una intervención radiofónica desde su residencia de verano en Santa Bárbara (California), señaló este fin de semana que la reforma de los impuestos en Estados Un¡dos, que debe quedar lista el próximo mes de septiembre, es una ocasión de oro" para que Europa tome ejemplo y ponga en práctica "un crecimiento saneado y vigoroso".

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Ronald Reagan ha invitado a Europa y Japón a unirse sin demora a Estados Unidos por el camino de un crecimiento fuerte y a lanzar una revolución fiscal paralela a la que recientemente ha sido aprobada por el Congreso norteamericano.El presidente norteamericano, en una intervención radiofónica desde su residencia de verano en Santa Bárbara (California), señaló este fin de semana que la reforma de los impuestos en Estados Un¡dos, que debe quedar lista el próximo mes de septiembre, es una ocasión de oro" para que Europa tome ejemplo y ponga en práctica "un crecimiento saneado y vigoroso".

Para el líder norteamericano, "Estados Unidos no pueden crecer y prosperar indefinidamente si el resto de la economía mundial va a rastras". Reagan señaló que es precisamente esta situación la que está motivando que la economía norteamericana esté dando síntomas claros de estancamiento. El presidente parece decidido a íntensificar las presiones que desde hace semanas viene ejerciendo sobre la República Federal de Alemania (RFA) y Japón, especialmente, para que aceleren el ritmo de su crecimiento.

Peligro electoral

Enfrentado ya a las próximas elecciones legislativas del mes de noviembre, en las que su partido podría perder la mayoría de que disfruta en el Senado, la Casa Blanca parece inquieta ante la alarmante situación que vienen mostrando últimamente los principales índices macroeconómicos norteamericanos.

Si la economía estadounidense sigue con su actual ritmo mortecino es seguro que el presidente tendrá también que afrontar de nuevo las presiones proteccionistas para el cierre de las fronteras al aluvión de mercancías extranjeras que inundan el mercado «interior norteamericano. El déficit comercial puede así convertirse en uno de los puntos calientes de las citadas elecciones al Congreso.

De hecho, Reagan ha sido ya acusado en el Senado, donde ha obtenido una serie de brillantes victorias recientes, de "hablar mucho y actuar poco". El demócrata John Glerin, al defender una ley que ahora estudia el Senado para proteger a los trabajadores norteamericanos de los efectos de la ola de importaciones, aseguró, sin citar a Reagan, que los miembros de su partido están empezando a, impacientarse con la gente que "habla como Rambo y actúa como Bambi".

El déficit comercial, que el pasado año contabilizó 148.500 millones de dólares, podría alcanzar este año, de acuerdo con los últimos datos disponibles, los 170.000 millones.de dólares.

Tras el crecimiento de sólo un 0,6% anual para el segundo trimestre del año, el más bajo desde la recesión de 1982, Reagan sigue presionando a la RFA y Japón, que, disfrutando de crecimientos más sostenidos y enormes excedentes comerciales, continúan haciendo oídos sordos.

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