Las tropas francesas en el sur de Líbano, en estado de alerta

Las tropas francesas que integran la Fuerza de Naciones Unidas en el sur de Líbano (FINUL) se encuentran en estado de alerta, a la espera de una manifestación que se celebrará hoy, convocada por el movimiento shií Amal, en protesta por la muerte, el pasado día 11, de cuatro miembros de la organización. Un semanario próximo a los Hezbollab (Partido de Dios) ha acusado a los soldados franceses de "asesinato" premeditado. Se temen incidentes violentos.

El Gobierno de París ha expresado a la ONU su "preocupación" y ha pedido una "reflexión común" sobre el papel de los cascos azules e...

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Las tropas francesas que integran la Fuerza de Naciones Unidas en el sur de Líbano (FINUL) se encuentran en estado de alerta, a la espera de una manifestación que se celebrará hoy, convocada por el movimiento shií Amal, en protesta por la muerte, el pasado día 11, de cuatro miembros de la organización. Un semanario próximo a los Hezbollab (Partido de Dios) ha acusado a los soldados franceses de "asesinato" premeditado. Se temen incidentes violentos.

El Gobierno de París ha expresado a la ONU su "preocupación" y ha pedido una "reflexión común" sobre el papel de los cascos azules en el conflicto libanés.La FINUL, integrada por 5.800 hombres de nueve nacionalidades distintas, fue enviada a Líbano en 1978 con el objetivo de supervisar la retirada de Israel. Las condiciones han cambiado y los cascos azules se encuentran ahora en la mayoría de las ocasiones implicados en las luchas internas de los grupos que intentan controlar la región. En total, la FINUL ha sufrido 127 bajas (la última de ellas, un teniente irlandés). El destacamento francés, que cuenta con 1.400 soldados, en su mayor parte paracaidistas, ha sufrido 18 muertos y varias decenas de heridos.

Los últimos incidentes se registraron entre el 11 y el 13 de este mes, en las cercanías de Maarakeh, a 92 kilómetros de Beirut, entre paracaidistas franceses y milicianos de Amal. Los cascos azules sufrieron 15 heridos y pasaron varios días cercados. La tensión disminuyó cuando la ONU admitió en la comisión de investigación a cuatro observadores designados por el movimiento shií, pero ha vuelto a aumentar con las acusaciones del Partido de Dios y la convocatoria de la manifestación antifrancesa.

Tanto el presidente, François Mitterrand, como el primer ministro, Jacques Chirac, han asegurado que Francia no tiene intención, por ahora, de retirarse de la FINUL, pero que podría estudiar esa posibilidad si la ONU no "asume su propia responsabilidad". Según medios políticos parisienses, el clima en el que se desarrolle la jornada de hoy puede tener repercusiones decisivas.

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