La reforma fiscal de Estados Unidos

El acuerdo de última llora sobre la reforma fiscal a que han llegado la Cámara de Representantes norteamericana y el Senado (estos compromisos suelen realizarse en el último momento) no tiene probablemente nada que ver con el impacto instantáneo que causó la política de recortes fiscales del presidente Reagan en 1981; las estimaciones oficiales que prevén podrían incrementar medio punto el porcentaje del crecimiento real, forman parte de una visión optimista. Sin embargo, mientras los recortes produjeron un estímulo a corto plazo con una gran deuda a pagar a largo plazo, la reforma podría dar ...

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El acuerdo de última llora sobre la reforma fiscal a que han llegado la Cámara de Representantes norteamericana y el Senado (estos compromisos suelen realizarse en el último momento) no tiene probablemente nada que ver con el impacto instantáneo que causó la política de recortes fiscales del presidente Reagan en 1981; las estimaciones oficiales que prevén podrían incrementar medio punto el porcentaje del crecimiento real, forman parte de una visión optimista. Sin embargo, mientras los recortes produjeron un estímulo a corto plazo con una gran deuda a pagar a largo plazo, la reforma podría dar sólidos y mayores beneficios.El reclamo político de la reforma ha sido, por supuesto, la eliminación de los altos impuestos personales, junto a una considerable compensación en la base de la escala de ingresos; pero los beneficios reales podrían aumentar, en la escala de ingresos, no desde este modesto incremento de los ingresos personales, ampliamente pagados por el colectivo, y de este modo por los accionistas, sino por la total destrucción del hasta ahora paraíso fiscal y las distorsiones que han hecho posible la baja de los tipos de interés.

Una estructura de impuestos basada en altos tipos de interés y exenciones lleva no solamente a una redistribución de los recursos -bien visible, por ejemplo, en las oficinas vacías de las torres de Houston, Texas-, sino que distorsiona el proceso político. ( ... )

Estados Unidos no ha realizado una estructura de impuestos realmente simple, como se esperaba, sino una mucho más razonable; pero quizá el aspecto más sorprendente de la reforma es el apoyo general al abandono de los supuestamente progresivos programas de los impuestos personales. Los senadores demócratas Bradley y Gephardt fueron los primeros que propusieron una baja de los tipos de interés ( ... ). Sería agradable imaginar que este ejemplo fuera estudiado e imitado por otros países. ( ... )

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Desgraciadamente, esto no se puede dar por sentado; mientras que el gran déficit federal ha colaborado en proporcionar adhesiones a la reforma, es obviamente una amenaza a largo plazo por la baja de los tipos de interés que conlleva. De todas formas, la reforma ha creado un robusto fundamento sobe el cual los impuestos pueden incrementarse en el futuro, como parece confirmarse necesario. ( ... )

Londres, 19 de agosto

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