Gobierno sin mujeres

Un nuevo Gobierno socialista sin la presencia de ninguna mujer. A pesar de las pomposas declaraciones de igualdad de la Constitución y de la legislación vigente, de nuevo vemos tan sólo hombres en el nuevo Gabinete socialista. Y hombres en el Congreso, y hombres en el Senado, y hombres en la dirección de las empresas. Y hombres en todos los puestos de responsabilidad. Para las mujeres sigue quedando lavar, cocinar, cuidar niños y ser obedientes esposas. El 52% de la población española, y, aún es más, el 80% de esa población, compuesta por mujeres y niñas/os, no tiene quién defienda sus interes...

Un nuevo Gobierno socialista sin la presencia de ninguna mujer. A pesar de las pomposas declaraciones de igualdad de la Constitución y de la legislación vigente, de nuevo vemos tan sólo hombres en el nuevo Gabinete socialista. Y hombres en el Congreso, y hombres en el Senado, y hombres en la dirección de las empresas. Y hombres en todos los puestos de responsabilidad. Para las mujeres sigue quedando lavar, cocinar, cuidar niños y ser obedientes esposas. El 52% de la población española, y, aún es más, el 80% de esa población, compuesta por mujeres y niñas/os, no tiene quién defienda sus intereses. Los hombres, que son los que detentan el poder, gobiernan para una minoría de la población: los varones adultos. ¡Y a eso le llaman democracia!Atrás quedan las promesas electorales de colocar al menos una mujer ministra, o las frases de reconocimiento a las mujeres y a su trabajo, o el mea culpa de los partidos por lo bochornoso de su actuación en relación a las mujeres. Y las mujeres socialistas ¿cómo se sienten? Trabajan en el partido con responsabilidad, dedicación y fidelidad, y ¿qué reciben a cam-

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bio?, trabajo, algunos puestos subalternos, sin poder decisorio. Porque desde los ministerios se puede transformar la realidad en beneficio de la mayoría del pueblo: mujeres y niñas/os, y los hombres no están dispuestos a consentirlo.

El aborto, la violencia doméstica, el trabajo del ama de casa sin remuneración ni reconocimiento, las guarderías, lavanderías y comedores públicos, el igual salario a igual trabajo, el mayor paro femenino, la ausencia de mujeres en los puestos de poder: político, económico, cultural, social, siguen sin interesar a los hombres. - Partido Feminista.