Los titulares de Industria, Presidencia, Transportes y Sanidad, cambios previsibles en el Gobierno de González

El presidente del Gobierno en funciones, Felipe González, ha superado la tentación de hacer ahora un "cambio en profundidad" de su Gobierno, y se limitará a sustituir a "tres o cuatro ministros", renunciando, incluso, a la importante modificación de la estructura del Ejecutivo que, en algún momento, se pretendió realizar aprovechando la nueva legislatura. Los ministros más influyentes, aquellos con los que González despacha sobre temas políticos, y no meramente sobre cuestiones técnicas, permanecerán en sus puestos, y solamente se cambiará a los titulares de algunas carteras sectoriales, como ...

El presidente del Gobierno en funciones, Felipe González, ha superado la tentación de hacer ahora un "cambio en profundidad" de su Gobierno, y se limitará a sustituir a "tres o cuatro ministros", renunciando, incluso, a la importante modificación de la estructura del Ejecutivo que, en algún momento, se pretendió realizar aprovechando la nueva legislatura. Los ministros más influyentes, aquellos con los que González despacha sobre temas políticos, y no meramente sobre cuestiones técnicas, permanecerán en sus puestos, y solamente se cambiará a los titulares de algunas carteras sectoriales, como Industria, Transportes, Sanidad o Presidencia, según fuentes de la Moncloa, que admiten que existen "diferentes hipótesis" sobre los nombres de los sustitutos.

Los titulares de Defensa, Narcís Serra; de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez; de Educación, José María Maravall; de Cultura y portavoz del Gobierno, Javier Solana; del Interior, José Barrionuevo; de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga -que mantendría en su departamento, además, las funciones de Comercio, dado que esta secretaría de Estado no se convertirá en ministerio-, continuarán en su respectivo puesto.También parece probable que el titular de Trabajo, Joaquín Almunia, permanezca al frente de este Departamento, si bien continúa siendo la gran incógnita de la remodelación que será anunciada dentro de una semana, dado que, en medios de la Moncloa, su nombre sigue barajándose para desempeñar el futuro Ministerio de las Administraciones Públicas, que englobará competencias de los departamentos de Presidencia y de Administración Territorial.

Parece descartarse que Almunia pueda figurar, corno ministro adjunto a la Presidencia, a la cabeza de un equipo de asesores de González. Pero sí se baraja la hipótesis de que el actual Ministerio de la Presidencia, del que se desgajarán las competencías de función pública, para engreisar el futuro Ministerio de las Administraciones Públicas, se convierta en un departamento adjunto encargado de la secretaría, del Consejo de Ministros y, otras labores de apoyo al jefe del Gobierno.

También se considera "fuera de duda" que permanecerá en su puesto el vicepresidente Alfonso Guerra, aunque pueda volcar su actividad en los próximos años más bien hacia la tarea de reconstrucción y potenciación del PSOE que hacia el mantenimiento de las imprecisas labores que actualmente realiza en el Ejecutivo.

El ministro de Justicia, Fernando Ledesma, también parece destinado a mantenerse en el cargo, pese al disgusto suscitado en algunos círculos socialistas por su actuación política en las últimas semanas. El criterio conservador de esta remodelación -anunciado el jueves por Felipe González al señalar que el electorado ha votado "políticas tenaces y estables"- abarcaría también la continuidad de los ministros de Obras Públicas, Javier Sáenz Cosculluela, y Agricultura, Carlos Romero, en cuyo departamento se potenciarán las funciones de pesca, para lograr una adecuación con la CE

Posibles incorporaciones

Este esquema supone que los cambios previsibles en el Gobierno se reducirían a los ministerios de la Presidencia, Industria y Sanidad, cuyos titulares, Javier Moscoso -del que, según informa Europa Press, los servicios informativos de la COPE anunciaron ayer que sustituirá a José María Calviño en la dirección general de RTVE-, Joan Majó y Ernest Lluch, respectivamente, serán sustituidos. Aunque también se baraja la posibilidad de que el ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Abel Caballero, pueda ser relevado por la actual secretaria general de Comunicaciones, Paz Fernández Felgueroso.Aunque existe cierta coincidencia en medios gubernamentales a la hora de señalar quiénes serán los reemplazados, la controversia comienza cuando se trata de averiguar los sustitutos; se barajan los nombres de varios secretarios de Estado y subsecretarios para el ascenso, pero también se citan como probables al sindicalista José Luis Corcuera -a quien se sitúa en Sanidad, dado que su enfrentamiento con Nicolás Redondo imposibilita su nombre para las áreas laborales-, y a Matilde Fernández, de la ejecutiva del PSOE y sindicalista del sector químico.

Otra de las mujeres que podrían ascender es Mercé Sala, encargada de Transportes en el Ayuntamiento de Barcelona.

Incógnitas 'menores'

Así, las incógnitas que planean sobre el tercer Gobierno de Felipe González son de carácter menor -si se exceptúa el nombre del futuro titular del Ministerio de las Administraciones Públicas-, dado el tinte continuista que el presidente quiere imprimir al Ejecutivo. No se descarta que, como hizo en 1982, Felipe González desvele los nombres de sus nuevos ministros al final de la sesión parlamentaria de investidura, el próximo miércoles, y que el presidente del Ejecutivo prometa su cargo ante el Rey el día 24.Problemas de calendario hacen que aún sea dificil prever la fecha en la que el nuevo Gobierno jurará su cargo ante el jefe del Estado, dad.o que el día 25 se considera parcialmente feriado. En todo caso, se da por seguro que la solemne ceremonia de inauguración de la legislatura por el Rey se celebrará el día 28, y lo normal será que, para entonces, los ministros del tercer Gobierno estén nombrados.

Dados los escasos cambios previsibles, González parece tener básicamente resuelta la Esta de sus rninistros. El presidente pasará el fin de semana dando los últimos toques a su discurso de investidura en el que, de acuerdo con fuentes próximas al presidente, reiterará las líneas básicas de su intervención en la última reunión del Comité Federal del PSOE: los socialistas, en la presente legislatura, deben ocuparse más de la micropolítica -es decir, de los ciudadanos de a pie- que de la macropolítica.