Tribuna:

Un cierre a la medida de las expectativas

La última jornada del mes de junio no ha aportado novedades sustanciales a los mercados de valores, pues se han mantenido todas las constantes que están propiciando la caída de los precios. Las partidas vendedoras han impuesto su ritmo a la sesión y las escasas tomas de posiciones que se han dado, siempre muy selectivas, no han conseguido más que ponerle un poco de sal al aburrido panorama que ofrecen los mercados. La falta de expectativas a corto plazo y la proximidad de los meses veraniegos, en los que la actividad suele brillar por su ausencia, hacen temer que la actual situación pueda prol...

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La última jornada del mes de junio no ha aportado novedades sustanciales a los mercados de valores, pues se han mantenido todas las constantes que están propiciando la caída de los precios. Las partidas vendedoras han impuesto su ritmo a la sesión y las escasas tomas de posiciones que se han dado, siempre muy selectivas, no han conseguido más que ponerle un poco de sal al aburrido panorama que ofrecen los mercados. La falta de expectativas a corto plazo y la proximidad de los meses veraniegos, en los que la actividad suele brillar por su ausencia, hacen temer que la actual situación pueda prolongarse más de lo que sería deseable. El ambiente del sector eléctrico, con el tema de las auditorías, ha sido como un jarro de agua fría que ha acabado con las pocas posibilidades de reacción con que contaba el mercado.Tampoco el sector bancario, a pesar de los excelentes resultados conseguidos en este primer semestre, logra romper esa especie de maleficio político que pesa sobre las cotizaciones. Los rumores sobre los posibles candidatos a ocupar un puesto de relevancia en el futuro Gobierno se suceden continuamente, sin que por considerarse mejores o peores tengan influencia alguna sobre la evolución de la Bolsa. Hay momentos en los que da la sensación de que se acepta el nivel actual como el mal menor.

Afortunadamente, hoy se producirán una serie de pagos de dividendos y algunas ampliaciones de capital que pueden servir como diversión suplementaria a falta de algo mejor en lo que ocupar el tiempo. Ayer terminó la ampliación de Mapfre, cuyas acciones descontaron el importe de los derechos junto a 115 enteros desde la fecha de inicio de la misma. En cuanto a los dividendos, Electra de Viesgo recuperó 2,76 enteros de las 122 pesetas que abonaba como dividendo único. Campsa recuperó 1,30 enteros de las 3 1,50 pesetas que suponía el complementario a repartir, y General de Inversiones recuperó íntegras las 24,60 pesetas que abonaba a sus accionistas como dividendo complementario.

La sesión apenas registró otras variaciones que la avería del ordenador del mercado madrileño que sirvió para hacer algunas quinielas sobre la evolución del índice general. En cuanto a los corros, la presencia mayoritaria de papel les quitó casi todo el interés, por lo que aquellos valores que consiguieron mejorar sus cotizaciones tuvieron un mérito aún mayor. El alto grado de selección que muestra el dinero también se dejó sentir entre los valores eléctricos, aunque en general se impusieron las bajas. La reactivación de químicas y constructoras pasó casi desapercibida ante el empuje del papel que, casi en todas las ocasiones, se mostró bastante más decidido.

Las bajas más fuertes se dieron en el sector bancario, donde dos de los siete grandes bancos cedieron 50 enteros, aunque a última hora había algún dinero que intentaba corregir esa tendencia. La sesión ha sido un buen resumen de las expectativas del mercado, al tiempo que se cierra un mes en el que tan solo una semana el dinero se mostró dispuesto a asumir riesgos. A pesar de los avances de aquellas sesiones, las bolsas han perdido en junio entre 6,56 y 10,93 puntos.

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