Encierro de los empleados de Isodel en la Asamblea de Madrid para exigir un plan de emergencia

Los 840 trabajadores que componen la plantilla de Isodel se encerraron ayer en el edificio de la Asamblea de Madrid, acción que se inscribe dentro de las protestas que viene llevando a cabo desde hace varias semanas la plantilla de esta sociedad para exigir el mantenimiento de sus puesto de trabajo.

La situación de los trabajadores se ve agravada por cuanto su edad media se sitúa en torno de los 49 años, lo que les resta, en opinión, de sus representantes, posibilidades de encontrar otro empleo alternativo. Al mismo tiempo, la representación obrera defiende que Isodel tiene posibili...

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Los 840 trabajadores que componen la plantilla de Isodel se encerraron ayer en el edificio de la Asamblea de Madrid, acción que se inscribe dentro de las protestas que viene llevando a cabo desde hace varias semanas la plantilla de esta sociedad para exigir el mantenimiento de sus puesto de trabajo.

La situación de los trabajadores se ve agravada por cuanto su edad media se sitúa en torno de los 49 años, lo que les resta, en opinión, de sus representantes, posibilidades de encontrar otro empleo alternativo. Al mismo tiempo, la representación obrera defiende que Isodel tiene posibilidades de supervivencia.

Los trabajadores, según informaron fuentes de Comisiones Obreras, decidieron constituirse en asamblea permanente a la espera de información sobre el futuro de la sociedad. Ayer mismo se llevó a cabo una reunión en la sede y con la mediación del Defensor del Pueblo en la que Participaron los principales accionistas de la empresa, Banesto e Hidrola, además del subsecreario de Industria y Energía y el director general de Trabajo, en representación de la Administración.

La plantilla de Isodel reclama la aplicación de un plan de viabilidad que partiría de un plan puente -o de emergencia- mientras se elabora el definitivo. Existen diferentes interpretaciones respecto al coste del plan puente. Según la empresa, su aplicación supondría un coste de 700 millones de pesetas, mientras los representantes obreros calculan inversiones del orden de los 500 millones de pesetas. En cualquier caso, medios laborales aseguran que estas cifras se verían sensiblemente rebajadas si Hidrola accediese a realizar una serie de pedidos que garantizasen la producción de Isodel y que, de acuerdo con estas estimaciones,, en estos momentos se encuentran congelados. Ello, en opinión de CC OO, ayudaría a aumentar la facturación de la empresa de equipos eléctricos.

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