Oferta de Fiat para hacerse cargo de la empresa Alfa Romeo

El posible acuerdo Ford-Alfa Romeo acaba de explotar en el mismo Parlamento italiano, donde Fiat ha descubierto sus cartas, revelando que está dispuesta a hacerse cargo de Alfa, para sanear su economía en crisis y que nadie les había informado de que se estaba llevando a cabo un acuerdo secreto entre la famosa marca italiana de propiedad del Estado y el imperio privado de Ford, el coloso norteamericano.El caso está dividiendo también a los partidos. El Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI), el mayor holding estatal industrial de Italia y quizá de Europa, sigue en sus trece d...

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El posible acuerdo Ford-Alfa Romeo acaba de explotar en el mismo Parlamento italiano, donde Fiat ha descubierto sus cartas, revelando que está dispuesta a hacerse cargo de Alfa, para sanear su economía en crisis y que nadie les había informado de que se estaba llevando a cabo un acuerdo secreto entre la famosa marca italiana de propiedad del Estado y el imperio privado de Ford, el coloso norteamericano.El caso está dividiendo también a los partidos. El Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI), el mayor holding estatal industrial de Italia y quizá de Europa, sigue en sus trece de que es necesario llevar adelante los acuerdos en curso con Ford, que considera "industrialmente válidos", y ha rechazado las duras acusaciones hechas por los responsables de Fiat ante el Parlamento.

El IRI, por boca de su presidente, Rómulo Prodi, niega por ejemplo que Fiat no haya sido informada de las negociaciones con Ford y añade que incluso habían sido informados los sindicatos el 21 de mayo pasado.

Problema político

Pero el problema de fondo es que, según el IRI, la propuesta que anteriormente a los contactos con Ford había presentado Fiat, suponía el desmembramiento de las dos fábricas que actualmente posee Alfa Romeo: la de Pomigliano d'Arco, en el sur del país, cerca de Nápoles, y la de Arese, en el Norte. Pero fue esta hipótesis la que rechazó Giovarini Agnelli en persona durante la conferencia de prensa anual que celebró en Turín los días pasados. Agnelli dijo textualmente que tal hipótesis "nunca le había ni rozado por la mente", y que era evidente que si Fiat se hacía cargo de Alfa lo haría con todas las consecuencias.El problema, en realidad, es más político que técnico, los socialistas prefieren que el acuerdo se haga entre Fiat y Alfa para no tener que vender una empresa pública del prestigio de Alfa a una empresa norteamericana. Al revés, los democristianos están más inclinados al acuerdo con Ford. Por eso ahora la cosa se pondrá candente ante el Parlamento.

Agnelli, en la conferencia de prensa de Turín, había dado ya a entender con evidente aplomo que las cosas no estaban aún zanjadas y que el principio de acuerdo Ford-Alfa podía acabar abortando antes de llegar al nudo de la discusión. De hecho, cuando una periodista le preguntó al presidente de Fiat qué pensaba hacer en el caso de que las negociaciones con Ford fallasen, Agnelli respondió: "Es posible que antes aún de hablar de, acuerdo se den cuenta de que es mejor no seguir adelante".

La impresión que, por otra parte, tienen algunos observadores es que, en realidad, la respuesta positiva a Ford haya sido pensada más bien para encelar a Fiat y constreñirla al final a aceptar un acuerdo con Alfa, tal como desea el Gobierno, acuerdo más generoso de lo que hubiese resultado sin la competencia y el miedo de que el contrincante norteamericano pueda apoderarse de la famosa y codiciada Alfa Romeo.

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