Cartas al director

Indonesia

El editorial de EL PAÍS (1 de mayo de 1986) concluye con estas palabras: "Puede que quienes aseguran que el sureste asiático constituye la bolsa de prosperidad del futuro debieran apostar más seriamente por la causa de la libertad". Quiero señalar que entre ellos figura el Gobierno español. Desde que Indonesia invadió Timor Oriental en 1975, España se ha abstenido en todos los foros internacionales todas las veces que se ha tratado de la anexión o de sus atroce s consecuencias (en particular la muerte de aproximadamente la cuarta parte de la población, seguida actualmente de un p...

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El editorial de EL PAÍS (1 de mayo de 1986) concluye con estas palabras: "Puede que quienes aseguran que el sureste asiático constituye la bolsa de prosperidad del futuro debieran apostar más seriamente por la causa de la libertad". Quiero señalar que entre ellos figura el Gobierno español. Desde que Indonesia invadió Timor Oriental en 1975, España se ha abstenido en todos los foros internacionales todas las veces que se ha tratado de la anexión o de sus atroce s consecuencias (en particular la muerte de aproximadamente la cuarta parte de la población, seguida actualmente de un programa indonesio de limitación forzosa de la natalidad). Ello a pesar de que se trata de un país católico, por el que la Iglesia y el Papa mismo se han mostrado preocupados, y situado aún legalmente bajo la tutela de Portugal, país más que amigo y compañero en la Comunidad Europea. Las resoluciones internacionales, todas ellas hasta ahora favorables a los derechos del pueblo de Timor, se pierden o ganan por pocos votos. Sería de la mayor importancia que, en la votación que próximamente se celebrará en el Parlamento Europeo a este respecto, los representantes españoles mostraran una dignidad quizá coartada ahora por nuestras ventas a Indonesia, que no excluyen las ventas de armamento. Bien es cierto que el caso de Timor da el ejemplo más extraordinario de bloqueo informativo de las últimas décadas, pero no puede alegar ignorancia quien tiene a su disposición los capítulos correspondientes de La segunda guerra fría, de Noam Chormsky, o El problema de Timor-Este, de Juan Pardo, publicado en Madrid por Iepala.-

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