El presidente uruguayo pide unión en la lucha contra el terrorismo

El presidente de la República de Uruguay, Julio María Sanguinetti, destacó ayer en Madrid, poco antes de abandonar el aeropuerto de Barajas con destino a Egipto, la necesidad de lograr la unidad internacional en la lucha contra el terrorismo. Sanguinetti condenó el atentado del viernes en Madrid, que costó la vida a cinco guardias civiles, y lo calificó de "ciego, brutal e insensato".Sanguinetti señaló que, cuando España ha pedido el apoyo internacional para luchar contra el terrorismo, "encontró poca solidaridad". El presidente uruguayo aclaró que, ahora, cuando el fenómeno ha afectado al res...

El presidente de la República de Uruguay, Julio María Sanguinetti, destacó ayer en Madrid, poco antes de abandonar el aeropuerto de Barajas con destino a Egipto, la necesidad de lograr la unidad internacional en la lucha contra el terrorismo. Sanguinetti condenó el atentado del viernes en Madrid, que costó la vida a cinco guardias civiles, y lo calificó de "ciego, brutal e insensato".Sanguinetti señaló que, cuando España ha pedido el apoyo internacional para luchar contra el terrorismo, "encontró poca solidaridad". El presidente uruguayo aclaró que, ahora, cuando el fenómeno ha afectado al resto de Europa, "comprenden la petición española".

Sanguinetti llegó el sábado a Madrid, en una escala de carácter privado en su viaje a Egipto e Israel, y se entrevistó con el presidente del Gobierno español, Felipe González. El presidente uruguayo y su séquito tuvieron que permanecer ayer más de tres horas en el aeropuerto de Barajas debido a que la niebla impidió el tráfico normal durante algunas horas.

La entrevista Sanguinetti-González versó principalmente, según el presidente uruguayo, sobre el conflicto en el Mediterráneo entre Estados Unidos y Libia y la situación en Centroamérica.

Sobre el primero de estos temas, el conflicto en el Mediterráneo, Sanguinetti dijo que no se podían hacer juicios parciales . El presidente añadió que no debe aceptarse tampoco que alguien se "pueda arrogar el derecho a ejercer de policía democrático universal, en virtud de lo cual sale como los caballeros cruzados a perseguir el terrorismo a su modo y manera y en función de sus propias decisiones".