Dimiten los gobernadores del Banco de Israel y del Hapoalim Bank

El gobernador del Banco de Israel y el presidente del Hapoalim Bank (segunda entidad comercial del país, perteneciente a la central única de trabajadores, Histadruth), presentaron ayer su dimisión, mientras se espera la renuncia de los presidentes de los pirincipales bancos israelíes.La opinión israelita aún no se había recuperado de la crisis gubernamental protagonizada por el ministro de Finanzas, cuando ha estallado una nueva crisis bancaría, aunque no existe ninguna relación entre las dos. La actual crisis no está provocada por las dificultades de un solo banco, sino que afecta a la totali...

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El gobernador del Banco de Israel y el presidente del Hapoalim Bank (segunda entidad comercial del país, perteneciente a la central única de trabajadores, Histadruth), presentaron ayer su dimisión, mientras se espera la renuncia de los presidentes de los pirincipales bancos israelíes.La opinión israelita aún no se había recuperado de la crisis gubernamental protagonizada por el ministro de Finanzas, cuando ha estallado una nueva crisis bancaría, aunque no existe ninguna relación entre las dos. La actual crisis no está provocada por las dificultades de un solo banco, sino que afecta a la totalidad del sistema.

Esta crisis tiene su base en el llamado terremoto financiero de 1983. Actualmente, se han dado a conocer las conclusiones de una comisión investigadora, nombrada hace más de un año, que ha examinado las causas y buscado a los responsables del hundimiento de las acciones bancarias ocurrido, hace tres años. Entonces, tras una fuerte subida de la Bolsa, se registró una importante caída de los valores que arruinó a miles de pequeños ahorradores.

Las conclusiones del informe, explicadas en más de 500 páginas, indican que el hundimiento fue el resultado de una manipulación sistemática de la situación económica, con el objetivo de hacer subir artificialmente las acciones bancarias. Esta manipulación, descubierta por la comisión investigadora, deja la puerta abierta a posteriores acciones judiciales. El informe será sancionado con la dimisión de los principales responsables de la crisis: el gobernador del banco central de Israel, el presidente de la Bolsa y los presidentes de los siete grandes bancos comerciales del país. También están en la silla de los acusados dos de los antiguos ministros de Finanzas. Sobre todo Yoram Aridor, ministro de Economía con el Gobierno de Begin, que manipuló sin escrúpulos el sistema financiero, monetario y económico de Israel y contribuyó más que ningún otro a arruinar la economía del país. Sin embargo, aunque la comisión investigadora tiene suficiente poder para recomendar la dimisión de los presidentes y altos funcionarios de la banca, se encuentra incapacitada ante los políticos.

La severidad de las conclusiones de la comisión sobre los presidentes implicados -"que no podrán ocupar jamás un puesto de responsabilidad en el sistema bancario"- no tiene precedentes en la historia de Israel.

Las conclusiones del informe no se limitan a descubrir los mecanismos que llevaron al hundimiento financiero, así como a los responsables, sino que sugiere también la necesidad de realizar cambios en la estructura del sistema económico.

El Gobierno y la Knesseth son exhortados a votar una serie de leyes para reorganizar las relaciones, dependencias e interacciones entre los bancos, la Bolsa y el poder ejecutivo (concretamente, el Tesoro y el banco central) a fin de evitar cualquier repetición del desastre en el futuro.

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