El avance del deslizamiento de tierras empeora la situación en Olivares

El deslizamiento de tierras que amenaza con sepultar la localidad granadina de Olivares continuó ayer su avance hacia la zona habitada. La tierra entró dentro del cauce del río Velillos y rompió los tubos colocados para encauzar sus aguas y evitar la formación de una presa natural que pudiera provocar graves desbordamientos. A última hora de la tarde de ayer, miembros del Ejército estudiaban la posibilidad de volar, por explosión controlada, varias viviendas ya desalojadas y a punto de ser arrasadas por el aluvión.

Las máquinas excavadoras continúan su labor de limpieza de tierra, aunqu...

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El deslizamiento de tierras que amenaza con sepultar la localidad granadina de Olivares continuó ayer su avance hacia la zona habitada. La tierra entró dentro del cauce del río Velillos y rompió los tubos colocados para encauzar sus aguas y evitar la formación de una presa natural que pudiera provocar graves desbordamientos. A última hora de la tarde de ayer, miembros del Ejército estudiaban la posibilidad de volar, por explosión controlada, varias viviendas ya desalojadas y a punto de ser arrasadas por el aluvión.

Las máquinas excavadoras continúan su labor de limpieza de tierra, aunque la retirada era más lenta que la velocidad del corrimiento, por lo que no se descarta posibles inundaciones en las próximas horas. La Guardia Civil ha prohibido el acceso a las inmediácíones de los cientos de curiosos llegados de toda la provincia de Granada dispuestos a contemplar el extraordinario fenómeno.El Ejército trata de elevar dos pasarelas para restablecer el suministro de energía eléctrica entre los barrios de la localidad. El alcance final del corrimiento de tierra todavía es un enigma. La velocidad del desplazamiento de la masa ayer era de dos metros por hora, 80 centímetros más que el día anterior, si bien durante las primeras horas de la mañana la velocidad del desprendimiento se estableció en sólo un metro por cada hora. La lengua de tierra se ha bifurcado y se ha extendido su anchura. Los núcleos de viviendas más cercanos a las faldas de la sierra de Moclín presentan grietas.

La lengua de tierra ha incrementado notablemente su longitud, que alcanza ya los dos kilómetros. En ciertas zonas, su altitud llega a 30 metros. El Ayuntamiento de Moclín, cuyo término municipal abarca a Olivares, informa permanentemente a los vecinos con el fin de mantener la calma.

Mientras tanto, el Gobierno Civil verifica sobre el terreno la magnitud de los daños, cuya valoración será remitida al Consejo de Ministros para que se estipulen las indemnizaciones correspondientes. Por su parte, la Diputación de Granada propondrá la declaración de Olivares como zona catastrófica. Se calcula que el corrimiento de tierra mueve unos 15 míllones de metros cúbicos de material.

De otro lado, la amenaza de lluvia, que hubiera creado un inmenso lodazal y apresurado el deslizamiento de tierra, ha desaparecido.

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