Precisión numismática
En relación con el reportaje de don Juan Cayón sobre numismática aparecido en la página 21 de EL PAÍS del domingo 6 de abril, he de decirle que lamento mucho que la Casa de la Moneda de Segovia, con su flamante maquinaria movida por el Eresma, no pueda convertirse en un magnífico museo numismático. Siento pena de que con la dinastía borbónica se redujese su pujanza, hasta llegar a su extinción total en la revolución de 1968, responsable del destronamiento de Isabel Il. Pero, independientemente de estas consideraciones, me permito indicarle que existe un error en el mismo digno de su inmediata ...
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En relación con el reportaje de don Juan Cayón sobre numismática aparecido en la página 21 de EL PAÍS del domingo 6 de abril, he de decirle que lamento mucho que la Casa de la Moneda de Segovia, con su flamante maquinaria movida por el Eresma, no pueda convertirse en un magnífico museo numismático. Siento pena de que con la dinastía borbónica se redujese su pujanza, hasta llegar a su extinción total en la revolución de 1968, responsable del destronamiento de Isabel Il. Pero, independientemente de estas consideraciones, me permito indicarle que existe un error en el mismo digno de su inmediata atención. Me refiero concretamente a que los reales que aparecen fotografiados al pie de este trabajo no son de Felipe II, sino de Felipe IV. La fecha de acuñación de 1635, no visible en esta cara de la moneda, y las cuatro íes que figuran a continuación de la palabra "PHILIIPVS" confirman la anomalía. Cuatro íes en lugar de IV era cosa que se puede apreciar en algunas publicaciones de la época. Además Felipe II, como se sabe, falleció en 1598, y su nieto, Felipe IV, reinó de 1621 a 1665.- .Pasa a la página 12