Tribuna:

El acento positivo retorna a los índices generales

La evolución de los índices generales de las bolsas vuelve a tener acento positivo, con lo que el proceso de realización de beneficios ha resultado mucho más corto de lo que en un principio se esperaba. Tan sólo se ha cedido en estas dos jornadas un 5% de los beneficios acumulados, lo que implica que una nueva entrada a este nivel reduce considerablemente los beneficios reales, aunque la opción a quedarse fuera tampoco se ve como una expectativa demasiado aceptable.La proximidad de las fiestas suele provocar cierta paralización en los mercados y esta vez parece que se ha entrado en ese período...

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La evolución de los índices generales de las bolsas vuelve a tener acento positivo, con lo que el proceso de realización de beneficios ha resultado mucho más corto de lo que en un principio se esperaba. Tan sólo se ha cedido en estas dos jornadas un 5% de los beneficios acumulados, lo que implica que una nueva entrada a este nivel reduce considerablemente los beneficios reales, aunque la opción a quedarse fuera tampoco se ve como una expectativa demasiado aceptable.La proximidad de las fiestas suele provocar cierta paralización en los mercados y esta vez parece que se ha entrado en ese período de calma mucho antes de lo previsto. El dinero se muestra cauteloso y parece que sólo las compras procedentes del exterior son capaces de mantener el buen ritmo de la contratación, hasta ahora con una media superior a los 10.000 millones de pesetas efectivas diarias durante las sesiones que han transcurrido en este mes.

El volumen de operaciones decayó, sin embargo, en esta última sesión, siendo éste un claro síntoma de la inestabilidad que se respira a corto plazo, pues los compradores se muestran remisos a volver a tomar posiciones a unos precios tan cercanos a los que vendieron. Además, se espera que en estos días se cancelen algunas operaciones a crédito, como consecuencia, por una parte, de las nuevas condiciones impuestas a esta modalidad, y, por otra, por la propia incertidumbre del paréntesis festivo.

Dentro del sector bancario, los siete grandes vieron reducido su volumen de contratación a la mitad que en jornadas anteriores, pues quedaron por debajo de los 600.000 títulos negociados. Los saldos, sin embargo, fueron casi todos compradores, aunque también mostraban un claro descenso de la actividad. Los resultados del sector bancario fueron en general positivos, con tan sólo dos repeticiones.

En los corros eléctricos se registró, por primera vez en este mes, cierta normalidad, con un ritmo de contratación discreto y con unas variaciones en las cotizaciones muy ajustadas al ambiente de la sesión, lo que se tradujo en pequeños altibajos para los principales valores, quedando las diferencias abultadas a cargo de la segunda fila. La Compañía Telefónica también se amoldó a la situación realizando un mínimo esfuerzo, ya que su cambio tan sólo varió un octavo.

La mejoría que se pudo observar en los sectores industriales se vio desdibujada, a veces, por la caída de un solo valor, pero en conjunto mostraron una firme decisión de consolidar o mejorar los precios. Al cierre se mantenía el ambiente desigual con el dinero tendiendo hacia la selección y el papel esperando oportunidades mejores, lo que hace que este período sea propicio para tomar decisiones con vistas al futuro a corto y medio plazo.

Por otra parte, el Banco de Santander anunció el pago de un segundo dividendo a cuenta del pasado ejercicio, por un total de 36,90 pesetas netas por acción, que se harán efectivas a partir del próximo día 31, tan sólo 12 días antes de que esta misma entidad proceda al aumento del valor nominal de sus acciones desde las actuales 440 pesetas hasta 470.

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