El difícil equilibrio del sinificado socialista

La Unión General (de Trabajadores (UGT) concurrió a la campaña del referéndum promovida por el Gobilerno socialista a favor de la permanencia en la OTAN sin haber modificado la resolución de su 332 Congreso, de junio de 1983, en el que se decidió mantener una postura contraria a que España siguiese en la Alianza. Ello le ha obligado a un difícil equilibrio entre su actitud oficial y la propugnada por el PSOE y el Gobierno, teniendo en cuenta la doble militancia de los afiliados.La postura más clara adoptada por el sindicato fue la decisión del comité confederal del 31 de enero pasado, que optó...

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La Unión General (de Trabajadores (UGT) concurrió a la campaña del referéndum promovida por el Gobilerno socialista a favor de la permanencia en la OTAN sin haber modificado la resolución de su 332 Congreso, de junio de 1983, en el que se decidió mantener una postura contraria a que España siguiese en la Alianza. Ello le ha obligado a un difícil equilibrio entre su actitud oficial y la propugnada por el PSOE y el Gobierno, teniendo en cuenta la doble militancia de los afiliados.La postura más clara adoptada por el sindicato fue la decisión del comité confederal del 31 de enero pasado, que optó por no concurrir con ninguna otra fuerza política o sindical en movilizaciones o mítines en favor del no.Al mismo tiempo , el sindicato decidió no promover ningún acto o manifestación pública en contra de la postura adoptada por el Gobierno socialista, y se anunció que convocarían actos internos para que sus militantes votasen por la salida.

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Con esta postura, UGT evitó un enfrentamiento abierto con el partido y el Gobierno, pero no abdicó formalmente de su decisión congresual.

En consecuencia con esta postura, el secretario general, Nicolás Redondo, hizo público su voto negativo en el referéndum del pasado día 12.

Con fecha 17 de febrero, el propio Nicolás Redondo dirigió una circular interna a los cuadros y militantes del sindicato en la que recordaba la postura, adoptada en el congreso del sindicato contra la permanencia española en la OTAN y les exhortaba "a mantener una actitud consecuente con la decisión adoptada". Además, pedía que esa opinión fuese trasladada "a los compañeros, a los afiliados y a los delegados".

En la misma circular, sin embargo, se advertía sobre la necesidad de "trabajar arduamente para conservar el bloque social que apoyó un programa de cambio hacia y desde la izquierda, porque", añadía, "parece de toda evidencia que la derecha de este país jamás propugnará medidas que tiendan a la sociedad justa e igualitaria a la que aspiramos".

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La actitud activa que el sindicato socialista había anunciado en favor de la salida de la OTAN quedó neutralizada a lo largo de toda la campaña del referéndum; apenas hubo algunas actuaciones esporádicas de militantes de UGT. Entre ellas figura la del secretario general del sindicato en Cantabria, Luis Ángel Cardín, que participó en actos a favor del no.

En la misma línea, Justo Fernández, secretario general de la federación de banca de UGT, pidió el no públicamente, aunque no dejó de advertir que "hasta los más ingenuos" saben que la salida de la OTAN tendría un cierto coste económico para nuestro país.

Pese a que la postura del Gobierno en favor del sí y la doble militancia de gran parte de los miembros de UGT ha generado tensiones en las bases de la central sindical, todo parece indicar que la mayoría de los carteles socialistas en favor de la permanencia fueron colocados por militantes del sindicato.

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