La izquierda francesa aún cree que puede ganar
La campaña electoral francesa se cerró ayer con La impresión de que nada está definitivamente jugado. Cuando sólo faltan 24 horas para que se abran los colegios y 37 millones de personas acudan a las urnas, el resultado de estas elecciones, legislativas y regionales, parece más incierto que nunca. La gran incógnita es saber si el centro-derecha (RPR-UDF) logrará alcanzar la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional. Los últimos sondeos lo ponen en duda, lo que dejaría abiertas enormes posibilidades para el presidente de la República, François Mitterrand.
La ley francesa prohíbe publicar ...
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La campaña electoral francesa se cerró ayer con La impresión de que nada está definitivamente jugado. Cuando sólo faltan 24 horas para que se abran los colegios y 37 millones de personas acudan a las urnas, el resultado de estas elecciones, legislativas y regionales, parece más incierto que nunca. La gran incógnita es saber si el centro-derecha (RPR-UDF) logrará alcanzar la mayoría absoluta de la Asamblea Nacional. Los últimos sondeos lo ponen en duda, lo que dejaría abiertas enormes posibilidades para el presidente de la República, François Mitterrand.
La ley francesa prohíbe publicar sondeos tres días antes de las elecciones, pero no puede impedir que los partidos efectúen, piara su uso interno, los últimos tanteos ni que la prensa de Bélgica encargue a los institutos de opinión nuevos análisis. Todos ellos parecen coincidir en que el Partido Socialista ha subido ligeramente (rozaría el 30%) y que la oposición ha pasado por debajo de la barra del 50% de. las intenciones de voto. Tal vez por esto, la Bolsa de París reaccionó ayer con gran confianza. La sesión se cerró con una importante subida de 2,4 puntos.Lo importante, sin embargo, no es saber el porcentaje de votos que obtiene cada uno, sino el número de escaños que, de acuerdo con el, nuevo sistema proporcional, lograrán ocupar. La Asamblea contará con 577 puestos, en lugar de los 491 actuales, lo que obliga a la oposición a intentar controlar un mínimo de 289.
El Partido Socialista eligió Toulouse (La Ciudad Rosa) para poner el broche a una campaña que comenzó con malos augurios y que cierra con la esperanza de que no todo está perdido. "Si la derecha no llega al 45% de los votos, Mitterrand podrá jugar con varias alternativas", explica un portavoz del PS, "a menos, claro está, que Jacques Chirac y Valery Giscard D'Estaing opten en el último momento por aliarse con el ultraderechista Frente Nacional, lo que, por otra parte, les invalidaría para gobernar". El primer ministro, Laurent Fabius, compartió los honores del último mitin con el primer secretario del partido, Lionel Jospin, para demostrar que los roces entre los dos políticos están ya superados.
Fabius insistió en la poca viabilidad de un Gobierno de cohabitación.
Los observadores franceses ven tres escenarios posibles para el día 17 por la mañana. Una victoria aplastante de la oposición podría conllevar la dimisión de François Mitterrand. "La amenaza filtrada estos últimos días por los colaboradores del presidente no es un tigre de papel" escribía ayer el politicólogo Maurice Duverger. "Françoi Mitterrand viene confiando desde hace tiempo a muchos de sus interlocutores que ésa sería su intención en el caso de que haya una mayoría parlamentaria que le impida cumplir con los deberes de su función". Según Duverger, la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas abriría un período de fragilidad institucional, parecido al de la IV República.
La segunda hipótesis sería una victoria más moderada del RPR-UDF, con un partido socialista fuerte. En ese caso, el ideal para la cohabitación, el presidente podría elegir una personalidad moderada de la oposición dispuesta a respetar sus prerrogativas como jefe de Estado. Por último la tercera posibilidad sería que el RPR-UDF no lograra la mayoría y que el PS fuera capaz de concentrar en torno suyo una mayoría progresista. La duda sería la actitud del Partido Comunista Francés, ferozmente crítico, pero en cualquier caso se abriría un gran abanico de posibilidades a la hora de elegir primer ministro.
La espectacular subida de la bolsa parisina indica que los medios financieros, partidarios ante todo de la estabilidad, no creen que la primera hipótesis sea la más probable. Las otras dos dejan a los inversores más o menos indiferentes, puesto que ninguno de los posibles Gobiernos introduciría cambios importantes en la actual política económica.