Brasil congela sueldos y precios y sustituye el cruceiro por el cruzado

Después de haber negado, a lo largo de los últimos dos meses, cualquier posibilidad de aplicar un "tratamiento de shock" a la economía del país, el Gobierno brasileño decretó ayer un paquete de reformas que van del fin de la indiciación de la economía a un cambio de moneda, pasando por la congelación de precios y salarios. A partir de ahora, el debilitado cruceiro desaparece y en su lugar reina el cruzado, que según el ministro de Hacienda, Dilson Funaro, nace "moneda fuerte".Mil cruceiros pasan a ser un cruzado. Para fijar la paridad de la nueva moneda con respecto al dólar, se ha resp...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Después de haber negado, a lo largo de los últimos dos meses, cualquier posibilidad de aplicar un "tratamiento de shock" a la economía del país, el Gobierno brasileño decretó ayer un paquete de reformas que van del fin de la indiciación de la economía a un cambio de moneda, pasando por la congelación de precios y salarios. A partir de ahora, el debilitado cruceiro desaparece y en su lugar reina el cruzado, que según el ministro de Hacienda, Dilson Funaro, nace "moneda fuerte".Mil cruceiros pasan a ser un cruzado. Para fijar la paridad de la nueva moneda con respecto al dólar, se ha respetado el cambio dólar/cruceiro de anteayer. Así, un dólar vale 13,80 cruzados. Desaparece la devaluación oficial diaria que había con el cruceiro.

La decisión adoptada por el presidente Sarney se produjo después de que el país fuera informado de que la inflación en febrero llegó a los 14,4%, lo que hace que el coste de la vida en los últimos 12 meses, haya superado la marca de los 255%.

"La meta ahora", afirmó el, ministro de Planificación, Joao Sayad, "es una inflación cero". El Gobierno admitió que desde hace dos meses había decidido aplicar ese programa, pero que no había encontrado "condiciones propicias" hasta ahora. Anunció también que los especuladores sufrirán "punición ejemplar", mientras admitía no estar en condiciones de fiscalizar de manera eficaz los más de tres millones y medio de puntos de venta de artículos de primera necesidad.

Los sueldos han sido congelados por un año, pero serán reajustados automáticamente cuando la inflación acumulada llegue al 20%. "Llegamos a la conclusión" afirmó el ministro de Planificación, "que la economía estaba sana, que todo andaba bien, pero que la inflación generaba más inflación, de manera descontrolada".

Archivado En