LA CAMPAÑA DEL REFERÉNDUM

Los partidos conservadores acentúan sutilmente la tendencia a recomendar la permanuncia en la OTAN

Las primeras jornadas de la campaña del referéndum sobre la OTAN han revelado sutiles cambios de táctica y estrategia en la mayoría de los principales partidos políticos. De manera especial, populares y reformistas han acentuado su tendencia a recomendar "subliminalmente" en palabras de un dirigente de AP, la decantación de los votantes indecisos en favor de la permanencia en la Alianza Atlántica y, en todo caso, a evitar una votación contraria.

Los resultados de los últimos sondeos de opinión conocidos y la propia marcha de la campaña electoral parecen haber indicado a los dirigent...

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Las primeras jornadas de la campaña del referéndum sobre la OTAN han revelado sutiles cambios de táctica y estrategia en la mayoría de los principales partidos políticos. De manera especial, populares y reformistas han acentuado su tendencia a recomendar "subliminalmente" en palabras de un dirigente de AP, la decantación de los votantes indecisos en favor de la permanencia en la Alianza Atlántica y, en todo caso, a evitar una votación contraria.

Los resultados de los últimos sondeos de opinión conocidos y la propia marcha de la campaña electoral parecen haber indicado a los dirigentes de los principales partidos parlamentarios la conveniencia de suavizar sus posiciones. El presidente de AP, Manuel Fraga, ha intensificado en las últimas horas sus declaraciones en este sentido: "No podemos votar lo mismo que los comunistas, ni lo que nos pide el cuerpo. Y subrayan: "Al defender la abstención, nuestra lucha principal es contra el no". El propio Fraga trató de matizar ayer unas declaraciones efectuadas en la noche del martes -ratificadas, sin embargo, por algunos de los presentes-, en las que se le atribuyeron estas palabras: "No sólo digo que va a ganar el sí, sino que lo deseo".

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En el seno de la Coalición Popular no parece existir una línea completamente definida acerca de lo que debe ocurrir si el resultado del referéndum es contrario a las tesis del Gobierno socialista. Mientras Fraga afirmó el lunes, en el Club siglo XXI que "todo Gobierno que pierde dimite y deja a otra persona del mismo grupo que convoque elecciones", el presidente del PDP, Óscar Alzaga se muestra partidario de la convocatoria de elecciones, pero evita pronunciarse sobre la conveniencia de la dimisión de González. "Me da miedo", dice, "que a la confusión actual sigamos sumando otras cuestiones". Alzaga había dicho el martes que debe valorarse la abstención como una posición favorable a la OTAN.

Tampoco se muestra el dirigente democristiano excesivamente partidario de la presentación de una moción de censura, contra lo que parece ocurrir en AP: "Yo no he recomendado esta moción en ningún momento a lo largo de esta legislatura, aunque he escuchado con interés los argumentos que han expuesto otros". Círculos restringidos de AP llegaron a considerar la posibilidad de presentar la moción de censura incluso antes de la celebración del referéndum o, al menos, realizar "una primera prueba" en alguna comunidad autónoma, como Madrid, pero finalmente se descartó la idea.

Matices en el PRD

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Las tesis vagamente abstencionistas que circularon inicialmente en Convergencia Democrática de Cataluña y en el Partido Reformista también han sido sutilmente variadas: ayer, Miguel Roca afirmó que irá a votar el 12 de marzo, aunque declinó anticipar el sentido de su voto. Sin embargo, Antonio Garrigues, presidente del PRD, recordó a continuación que "el programa del partido es la integración plena en la OTAN". Palabras que fueron completado por Roca añadiendo que "el voto de castigo al Gobierno tiene escenarios distintos" al referéndum.

La campaña también ha impuesto variaciones, especialmente de estrategia, en el campo socialsita, donde ayer hubo una suavización de posiciones al admitir el PSOE la celebración de una nueva sesión plenaria en el Parlamento el viernes. Los organizadores de la campaña socialista corrigieron sobre la marcha la idea inicial de no hacer grandes mitines, así como el presupuesto, que era de 300 millones y que, finalmente, ascenderá a más de 700, incluyendo el envío a los electores -pensado a última hora- de una carta de Felipe González. Igualmente, pudo apreciarse en la conferencia de prensa de Alfonso Guerra en Oviedo, el pasado martes, un tono menos catastrofista respecto a las consecuencias del no que el utilizado el día anterior por Felipe González. Tanto González como Guerra rechazaron tildar de "antidemocrática" -contra lo que había hecho Txiqui Benegas pocos días atrás- la postura abstencionista de la oposición.

Miembros de la corriente Izquierda Socialista de Madrid trataron, en la noche del lunes, de forzar la cooperación de la corriente crítica del PSOE con la plataforma anti-otan, pero la mayoría rechazó la idea. La coordinadora estatal de Izquierda Socialista no se reunirá hasta el 15 de marzo, por lo que parece difícil una reconsideración general de la posición silenciosa que esta corriente decidió ante el referéndum.

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