Declaraciones de Schmidt sobre el rey Juan Carlos

El ex canciller federal alemán Helmut Schmidt calificó de "suerte para España" la presencia en su trono del rey Juan Carlos, que ha demostrado ser "un activo demócrata".Schinidt señala que los alemanes necesitaron tras su catastrófica derrota la ayuda de algunas de las potencias vencedoras para su transición a la democracia.

Los españoles, por el contrario, tuvieron la suerte de contar con el rey Juan Carlos.

"La consolidación de la democracia en España", escribe, "le debe más que a ningún otro español".

"Llevó a cabo un trabajo admirable sin situarse en el primer plano", ...

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El ex canciller federal alemán Helmut Schmidt calificó de "suerte para España" la presencia en su trono del rey Juan Carlos, que ha demostrado ser "un activo demócrata".Schinidt señala que los alemanes necesitaron tras su catastrófica derrota la ayuda de algunas de las potencias vencedoras para su transición a la democracia.

Los españoles, por el contrario, tuvieron la suerte de contar con el rey Juan Carlos.

"La consolidación de la democracia en España", escribe, "le debe más que a ningún otro español".

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"Llevó a cabo un trabajo admirable sin situarse en el primer plano", comenta Schmidt, quien añade que su influencia sobre el pueblo y sobre los destacados presidentes de Gobierno se debe en parte a su instinto democrático, en parte a su conocimiento de las personas, a su valentía personal y, finalmente también, a su capacidad para despertar simpatías y crear amistad".

El ex jefe de Gobierno recuerda el papel clave que jugó don Juan Carlos en el aplastamiento del golpe militar del 23 de febrero de 1981.

"Fue el Rey, y no el recién nombrado jefe de Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, quien salvó la democracia", escribe Schmidt, según el cual el entonces ya dimitido Adolfo Suárez fue uno de los pocos diputados que no se tiró al suelo cuando comenzaron a sonar los disparos.

Schinidt señala también cómo tras la muerte de Franco, el Rey demostró tener autonomía de decisión y convicciones democráticas, propias, así como la fuerza de voluntad y habilidad necesarias para conseguir que triunfasen las reformas democráticas y constitucionales".

Schinidt recuerda en su artículo las palabras con las que le elogió en mayo de 1982, con motivo de la concesión a don Juan Carlos del Premio Carlomagno de la ciudad de Aquisgrán.

"Con este premio", dijo el entonces jefe de Gobierno, "se honra a un jefe de Estado de talante europeísta y en el que se encama la democracia".

, 20 de febrero

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