Cartas al director

Contra el columnismo

Señor director: algunos hemos hecho de nuestra opinión una forma de llegar a fin de mes. El columnismo, más que una moda desgraciada es el sarampión de un periodismo posdemocrático que está abusando de la política, de las instituciones y de las columnas firmadas en Prensa o en radio.Es menester reconocer que el columnismo es el más fácil de los géneros periodísticos. Consiste en lo siguiente: se tienen tres ideas propias (cosa harto difícil), se desarrollan en argumentos escogidos y pulidos literariamente, unos gramos de arrogancia, una miaja de desprecio hacia el gobernante, y una moraleja o ...

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Señor director: algunos hemos hecho de nuestra opinión una forma de llegar a fin de mes. El columnismo, más que una moda desgraciada es el sarampión de un periodismo posdemocrático que está abusando de la política, de las instituciones y de las columnas firmadas en Prensa o en radio.Es menester reconocer que el columnismo es el más fácil de los géneros periodísticos. Consiste en lo siguiente: se tienen tres ideas propias (cosa harto difícil), se desarrollan en argumentos escogidos y pulidos literariamente, unos gramos de arrogancia, una miaja de desprecio hacia el gobernante, y una moraleja o conclusión final irrebatible.

Pero lo desesperante del columnismo periodístico de nuestro tiempo es que faltan ideas originales, sobran juntaletras sin gracia, arrogantes sin conocimientos y plumíferos tocados por la infalibilidad. Siento aburrimiento al leer y escuchar a nuestros más conocidos columnistas. Mejor sería que dejasen sus máquinas de escribir quietas y que la Seguridad Social les pasase una pensión por su silencio. Sus artículos aburren, se repiten, están faltos de gracia y estilo literario. Son mediocres.

En un mismo periódico o revista se pueden leer cinco artículos diferentes sobre el referéndum de la OTAN. Todos igual de insulsos, todos igual de mediocres. Pudiera parecer que están hechos a destajo y que se venden al peso o por metros. Son los llenacolumnas, la última moda-plaga del periodismo moderno español. Un periodismo que escruta al milímetro la piel del poder pero que es incapaz de zambullirse en la realidad de la calle. Estamos sufriendo/padeciendo la obsesión por la opinión política y estamos abandonando otros géneros de más garra popular: como el reportaje en sus múltiples variantes, o la entrevista, o la crónica bien desarrollada. Los noticieros de radio o diarios hablados, los periódicos, los semanarios, cada vez aburren más. No ofrecen nada que no sea previsible. La OTAN, Ruiz-Mateos, Oriente Medio, el terrorismo, Reagan y toda la fauna de la política nacional.

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Se hace necesario un nuevo periodismo español, desterrados los columnistas al ostracismo y plagado de cronistas mágicos, literarios, reporteriles y poetas. No me obliguen a poner ejemplos. Periodistas de esta clase, haberlos haylos: Vicent, Martín Prieto, Juan Arias, Rosa Montero, y algunos otros que están cayendo ya en el vicio del columnismo.-

Periodista.

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