Nuevas perspectivas para formar un Gobierno de centro izquierda en Galicia

La decisión de Coalición Galega de suspender las conversaciones que venía manteniendo con la Coalición Popular para asegurar la reelección de Gerardo Fernández Albor al frente de la Xunta abre nuevas posibilidades a la alternativa de centro-izquierda que representa el llamado Gobierno de progreso, propuesto por el PSOE y el PSG-Esquerda Galega.

Sin embargo, sigue la incertidumbre sobre el desenlace final del periodo de interinidad por el que atraviesa la política gallega. Los reformistas no cerraron aún la puerta a futuros contactos con los populares, posición de cautela ante un eventua...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La decisión de Coalición Galega de suspender las conversaciones que venía manteniendo con la Coalición Popular para asegurar la reelección de Gerardo Fernández Albor al frente de la Xunta abre nuevas posibilidades a la alternativa de centro-izquierda que representa el llamado Gobierno de progreso, propuesto por el PSOE y el PSG-Esquerda Galega.

Sin embargo, sigue la incertidumbre sobre el desenlace final del periodo de interinidad por el que atraviesa la política gallega. Los reformistas no cerraron aún la puerta a futuros contactos con los populares, posición de cautela ante un eventual fracaso en sus negociaciones con socialistas y PSG-Esquerda Galega para formar un Gobierno autónomo con la participación de los tres grupos.En anteriores reuniones, CG, PSOE y PSG-EG habían acordado que cualquier nueva conversación de los tres partidos ya tendría la finalidad de discutir un programa común que sustentase a la futura Xunta.

Aparece cada vez como más evidente que la actual interinidad política se va prolongar a lo largo del mes de febrero. Pese a ello, la posibilidad de una convocatoria anticipada de elecciones -que interrumpiría el proceso del referéndum sobre la permanencia en la OTAN- es prácticamente nula ya que todos los partidos la descartan.

El comunicado de Coalición Galega, hecho público al filo de la medianoche del pasado miércoles, abundaba en este sentido al anunciar negociaciones con el PSOE y Esquerda Galega "para hacer viable una solución eficaz que venga a asegurar la formación del Gobierno de Galicia en los plazos normativamente fijados".

La suspensión de los encuentros entre Coalición Popular y CG la justifica este último partido por no haber dado aquél "las garantías debidas para asegurar el cumplimiento de las medidas mínimas", de moralización de la política gallega. Estas medidas, propuestas por los reformistas, están destinadas al control de las diputaciones provinciales por el Parlamento gallego. Como garantía de su cumplimiento, solicitaban a CP que la firmasen sus respectivos presidentes, militantes de esta fuerza política. A esto se niegan rotundamente los populares porque, en la práctica, supondría reconocer una gestión clientelista de las corporaciones provinciales tal como les imputa Coalición Galega.

Por eso, el portavoz de Coalición Popular, José Luis Barreiro, volvió ayer a reiterar su negativa a cumplir esta exigencia.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En