El español Manuel Medina, vicepresidente del Parlamento Europeo
El eurodiputado Manuel Medina, presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso español, fue confirmado ayer oficialmente como futuro vicepresidente del Parlamento Europeo. La cámara legislativa europea aprobó, además, una moción condenatoria de los ataques terroristas en los aeropuertos de Roma y Viena el 27 dé diciembre y manifestó sus dudas sobre la efectividad de las sanciones económicas contra quienes apoyan este tipo de acciones.Con la incorporación de 60 representantes españoles y 24 portugueses, la Asamblea de Estrasburgo pasará de 12 a 14 vicepresidentes, uno de los cuales será el...
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El eurodiputado Manuel Medina, presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso español, fue confirmado ayer oficialmente como futuro vicepresidente del Parlamento Europeo. La cámara legislativa europea aprobó, además, una moción condenatoria de los ataques terroristas en los aeropuertos de Roma y Viena el 27 dé diciembre y manifestó sus dudas sobre la efectividad de las sanciones económicas contra quienes apoyan este tipo de acciones.Con la incorporación de 60 representantes españoles y 24 portugueses, la Asamblea de Estrasburgo pasará de 12 a 14 vicepresidentes, uno de los cuales será el español Medina, y otro, el luso Francisco Lucas Pires, miembros, respectivamente, de los dos más numerosos grupos parlamentarios que forman los 518 eurodiputados: el socialista ( 172 escaños) y el popular europeo, de ideología democristiana (118). Ambos tomarán posesión en el pleno de febrero.
También se repartieron otras vicepresidencias en los diferentes grupos: Enrique Barón ocupará una en el grupo socialista; Luis Guillermo Perinat, otra en el conservador, y Carlos Gasoliba, una tercera, en el liberal.
La decisión de condenar los atentados de Roma y Viena se adoptó tras un debate de emergencia, en el que se evitó en todo momento cualquier alusión a Libia. En la resolución se pide a los ministros de los 12 países de la Comunidad Europea que adopten nuevas iniciativas políticas y diplomáticas para impedir la escalada de la tensión en Oriente Próximo y en el Mediterráneo, y se sugiere la adopción de medidas coordinadas de control de fronteras y aeropuertos.