El hermanastro de 'el Vaquilla' muere al intentar huir del hospital Provincial

Julián Ugal Cuenca, de 33 años, hermanastro de el Vaquilla, murió en la madrugada de ayer al intentar huir de una habitación de la sexta planta del hospital Provincial de Madrid, donde estaba internado bajo custodia policial. Julián intentó descolgarse por una ventana con una cuerda, y por causas desconocidas cayó al suelo y se mató. El fallecido delincuente odiaba las cárceles, en las que pasó gran parte de su vida y contra las que luchó en el seno de la extinta Coordinadora de Presos en Lucha (Copel). En cuatro ocasiones se había fugado con éxito de lugares de reclusión forzosa.

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Julián Ugal Cuenca, de 33 años, hermanastro de el Vaquilla, murió en la madrugada de ayer al intentar huir de una habitación de la sexta planta del hospital Provincial de Madrid, donde estaba internado bajo custodia policial. Julián intentó descolgarse por una ventana con una cuerda, y por causas desconocidas cayó al suelo y se mató. El fallecido delincuente odiaba las cárceles, en las que pasó gran parte de su vida y contra las que luchó en el seno de la extinta Coordinadora de Presos en Lucha (Copel). En cuatro ocasiones se había fugado con éxito de lugares de reclusión forzosa.

La quinta fuga de Julián Ugal fue la definitiva y se produjo hacia las 3.30 horas de la madrugada de ayer. A esa hora los dos policías nacionales apostados en la puerta de la habitación 6.122 del Hospital Provincial de Madrid escucharon gritos de espanto. Los agentes irrumpieron en el cuarto y vieron que uno de los dos reclusos allí ingresados era el que chillaba. El otro había desaparecido, aunque no era difícil seguir su pista: la ventana estaba abierta de par en par, y atada a una pata de la cama había una cuerda de nailon que colgaba a lo largo de la fachada.Los policías vieron un cuerpo tendido en el pavimento. Era el de Julián Ugal Cuenca, que años atrás, en una celda de la cárcel Modelo de Barcelona, había proclamado: "No pienso morirme aquí, pienso salir a la calle caiga quien caiga".

La cuerda, de unos 16 metros de largo, estaba intacta, así que no se sabe por qué Julián se precipitó al vacío. Tal vez resbaló o tal vez a causa de su lesión del corazón sufrió un desvanecimiento. Julián era un enfermo cardiaco. El pasado 9 de octubre había sido ingresado por esa razón en el Hospital Penitenciario de Carabanchel, procedente de la prisión zaragozana de Daroca, donde cumplía condena de 30 años por homicidio. Pero según el Ministerio de Justicia se negaba a hacerse ningún tipo de prueba médica. Él mismo dijo que después de Navidad no opondría resistencia a las exploraciones. El 9 de enero fue trasladado al Hospital Provincial para hacerle un cateterismo.

Biografías paralelas

Julián tenía una biografía semejante a la de su hermanastro Juan José Moreno Cuenca, el Vaquilla. De pequeño formó parte de una pandilla dedicada a pillerías múltiples en los barrios barceloneses de la Mina y Poble Nou. Fue detenido por primera vez a los 19 años, acusado de siete atracos a cajas de ahorro.Su nombre también fue unido al de su hermanastro por la destacada participación de ambos en las primeras protestas de reclusos de la Modelo barcelonesa y en la formación y desarrollo de la Copel. Julián hizo huelgas de hambre, se abrió las venas y en una ocasión, cuando alguien le recriminó una supuesta cobardía, se seccionó el pene.

También empezó a ganarse fama de fuguista. El escenario de su primera evasión fue el Hospital Clínico de Barcelona en una fecha que ninguna fuente supo ayer precisar. En junio de 1978 huyó de la cárcel Modelo a través de las alcantarillas. Ese verano mató por la espalda a un hombre, y cuando la policía le detuvo y le preguntó por aquel homicidio, contestó: "No supo respetar a mi mujer mientras yo estaba detenido".

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Su tercera evasión se produjo en enero de 1979, en Sevilla, al ser conducido en un furgón de la Guardia Civil al penal del Puerto de Santa María. Julián abrió un agujero en el suelo del vehículo y se escapó con otros tres presos. Poco después fue detenido en Terrassa, tras un tiroteo con la Guardia Civil.

Una vez más regresó a la Modelo, pero en mayo de 1982, cuando el furgón que lo llevaba al Puerto de Santa María entraba en esa localidad, Julián repitió el truco del agujero en el suelo y desapareció. Se trasladó a Perpiñán, donde contactó con delincuentes húngaros y donde fue herido de bala a comienzos de 1983, en un enfrentamiento con una banda rival. Detenido por la policía francesa, ingresó en un hospital penitenciario de Burdeos. Luego vino la extradición a España y no volvió a saberse nada de Julián Ugal Cuenca hasta ayer, día de su muerte.

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