GUZMÁN URIBE, EN LIBERTAD

11 días de incertidumbre

La liberación de Juan Pedro Guzmán, tras 11 días de secuestro, pone fin a la tensión vivida por la familia y a la ausencia de contacto con los secuestradores. El industrial y directivo del Athlétic de Bilbao fue secuestrado el pasado 30 de diciembre, cuando salía de un restaurante en el que había comido con un grupo de periodistas y directivos del club vasco después de jugar un partido de futbito en las instalaciones deportivas de Santa María de Lezama.Sin embargo, no se tuvieron noticias de la identidad de los autores del secuestro hasta el pasado 3 de enero, en que la organización de ...

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La liberación de Juan Pedro Guzmán, tras 11 días de secuestro, pone fin a la tensión vivida por la familia y a la ausencia de contacto con los secuestradores. El industrial y directivo del Athlétic de Bilbao fue secuestrado el pasado 30 de diciembre, cuando salía de un restaurante en el que había comido con un grupo de periodistas y directivos del club vasco después de jugar un partido de futbito en las instalaciones deportivas de Santa María de Lezama.Sin embargo, no se tuvieron noticias de la identidad de los autores del secuestro hasta el pasado 3 de enero, en que la organización de varios medios informativos vascos, al mismo tiempo que calificaba el secuestro de "arresto".

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Desde el primer momento, la plantilla del Athlétic hizo público un comunicado en el que se condenaba duramente el secuestro y se mostraba dispuesta a participar en eventuales movilizaciones. Con esta nota se solidarizaron los jugadores de la Real Sociedad de San Sebastián y los del equipo Galea Deportivo, que milita en la Primera Regional vizcaína.

También los partidos políticos expresaron su condena a este acto. El PNV, partido con el que simpatiza el secuestrado, pidió a la población que se manifestase activamente por la paz. También la ejecutiva del PSE-PSOE de Vizcaya pidió a la población vasca que colaborase para la liberación de Juan Pedro Guzmán en un llamamiento en el que indicaba que las iniciativas de colaboración deben estar movidas por sentimientos humanitarios y por encima de las diferencias políticas.

Sin embargo, quizá la denuncia más fuerte a este hecho fue la condena de Javier Clemente y José Ángel Iríbar (entrenadores del primer equipo y el segundo del Athiétic, respectivamente, y vinculado el segundo hace años a Herri Batasuna) y de Piru Gaínza, considerado simpatizante de la misma coalición, hecha pública el pasado día 7, en la que exigían su liberacion.

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