GENTE

James Horne,

director del laboratorio del sueño de la universidad británica de Loughborough, acaba de publicar en la revista New Scientist unos alarmantes resultados de sus investigaciones sobre el ronquido. Los grandes roncadores, que pueden llegar a alcanzar un volumen sonoro de hasta 70 decibelios, corren el riesgo, según Horne, de sufrir problemas cerebrales por la disminución de la proporción de oxígeno en la sangre y hasta crisis cardiacas por el aumento de la presión arterial....

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director del laboratorio del sueño de la universidad británica de Loughborough, acaba de publicar en la revista New Scientist unos alarmantes resultados de sus investigaciones sobre el ronquido. Los grandes roncadores, que pueden llegar a alcanzar un volumen sonoro de hasta 70 decibelios, corren el riesgo, según Horne, de sufrir problemas cerebrales por la disminución de la proporción de oxígeno en la sangre y hasta crisis cardiacas por el aumento de la presión arterial.

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