Cartas al director

El cáncer

Mucho le agradecería que tuviera a bien publicar rápidamente esta carta. Creo que es urgente para serenar muchos ánimos.Se refiere al artículo que aparatosamente publicó EL PAÍS ayer, día 8 de diciembre, firmado por Inmaculada de la Fuente, a propósito del cáncer del señor duque de Badajoz.

Me produjo tal artículo una sensación de malestar que aún hoy estoy conmocionada. Yo no soy médico, pero me desenvuelvo en ese ambiente y, así, de oidas, sé de sobra que cuando aparece un ganglio hay la obligación de hacer biopsia, analizar y saber de qué se trata. El señor duque de Bad...

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Mucho le agradecería que tuviera a bien publicar rápidamente esta carta. Creo que es urgente para serenar muchos ánimos.Se refiere al artículo que aparatosamente publicó EL PAÍS ayer, día 8 de diciembre, firmado por Inmaculada de la Fuente, a propósito del cáncer del señor duque de Badajoz.

Me produjo tal artículo una sensación de malestar que aún hoy estoy conmocionada. Yo no soy médico, pero me desenvuelvo en ese ambiente y, así, de oidas, sé de sobra que cuando aparece un ganglio hay la obligación de hacer biopsia, analizar y saber de qué se trata. El señor duque de Badajoz tuvo muy suerte al topar con un médico poco consciente en sus obligaciones (en cualquier actividad de la vida hay alguien que falla).

Pero lo que verdaderamente me mueve a escribir esta carta es decirle a todos los cancerosos y enfermos ganglionarios, malignos o benignos, que sepan que los médicos españoles pueden tratar su enfermedad de la misma forma en que trataron en EE UU al señor duque de Badajoz.

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En España se está al corriente de lo que pasa en América y en otras partes del mundo. Los médicos reciben revistas, van a congresos, asisten a conferencias. Asisten a cursos diversos y tienen intercambios científicos que les permiten estar al día en todos los tratamientos y especialmente el realizado al señor duque, que no es nuevo, ya que hace años que se practica.

Ánimo, pues, queridos enfermos cancerosos o ganglionarios, no necesitáis ser ricos para poder ser bien tratados en vuestra enfermedad. Podéis curaros sin tener una peseta en cualquier buen hospital de la Seguridad Social.-

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