Un diplomático mexicano, asesinado en Moscú por sus hijos

El diplomático mexicano acreditado en Moscú Manuel Portilla Quevedo, que falleció en la capital soviética durante la noche del 30 al 31 de octubre de 1985, fue asesinado por dos de sus hijos y el móvil del crimen obedeció a problemas familiares, según informó ayer el Ministerio mexicano de Asuntos Exteriores.La misma fuente indicó que el asesinato de María del Carmen Cruz Hernández, que trabajaba como sirvienta de Portilla Quevedo y falleció durante la misma noche del 30 de octubre, estuvo motivado por el deseo de eliminarla como testigo.

El Ministerio mexicano de Asuntos Exteriores pun...

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El diplomático mexicano acreditado en Moscú Manuel Portilla Quevedo, que falleció en la capital soviética durante la noche del 30 al 31 de octubre de 1985, fue asesinado por dos de sus hijos y el móvil del crimen obedeció a problemas familiares, según informó ayer el Ministerio mexicano de Asuntos Exteriores.La misma fuente indicó que el asesinato de María del Carmen Cruz Hernández, que trabajaba como sirvienta de Portilla Quevedo y falleció durante la misma noche del 30 de octubre, estuvo motivado por el deseo de eliminarla como testigo.

El Ministerio mexicano de Asuntos Exteriores puntualizó, asimismo, que el mayor y el menor de los hijos del matrimonio Portilla-Sumín, Jorge y José, se declararon culpables del doble homicidio. Ambos se encuentran a disposición judicial, y a José, por ser menor de edad, se le ha designado un defensor de oficio.

La cancillería mexicana insistió en que la ciudadana soviética Valentina Sumín, de la que el diplomático asesinado se había divorciado en Moscú hace unos meses, fue recientemente acusada de contrabando de artículos de lujo para uso personal y de objetos de arte para su venta.

Continúan las investigaciones para llegar al total esclarecimiento de los hechos, de acuerdo con los mismos informantes.

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