Los millones de la OLP

Miembros destacados de la Organización para la Liberación de Palestina afirman que el futuro de su organización es más bien sombrío. "Se nos ha metido en casa la crisis", se lamentaba un representante de la OLP en Roma. Sus compañeros en el resto de países consideran también grave la situación.Los miembros de la OLP no consideran preocupantes los ata ques de las fuerzas aéreas de Is rael o de los cazas de intercepción del portaviones norteamericano Saratoga. A los ojos de los árabes la destrucción del cuartel central de la OLP en Túnez por las bom bas israelíes ha aumentado el prestigio...

Miembros destacados de la Organización para la Liberación de Palestina afirman que el futuro de su organización es más bien sombrío. "Se nos ha metido en casa la crisis", se lamentaba un representante de la OLP en Roma. Sus compañeros en el resto de países consideran también grave la situación.Los miembros de la OLP no consideran preocupantes los ata ques de las fuerzas aéreas de Is rael o de los cazas de intercepción del portaviones norteamericano Saratoga. A los ojos de los árabes la destrucción del cuartel central de la OLP en Túnez por las bom bas israelíes ha aumentado el prestigio de los palestinos, y la captura del avión comercial egipcio en el que viajaban los secues tradores palestinos del Achille Lauro y su jefe, Abul Abbas, no ha desacreditado a la OLP entre sus seguidores.

Los hombres que rodean al jefe de la OLP, Yasir Arafat, no han considerado nunca las derrotas políticas o militares como su principal amenaza. Su mayor preocupación ha sido siempre la posibilidad de entrar en quiebra.

Los gastos generales de la organización, se quejaba Jamal Surani, miembro del comité ejecutivo de la OLP, en una reciente declaración al diario El-Arab, son mucho más elevados que sus ingresos. Surani llegó a tal conclusión tras un recorrido por las comunidades palestinas en representación de la OLP para comprobar sus condiciones de vida.

También se escuchaban quejas similares de los palestinos que viven en su patria, bajo el dominio israelí. Elías Freidj, alcalde de Be lén, solicitó más ayuda de la OLP, advirtiendo que, "de otra forma, nos veremos obligados a mendigar

Puede que la situación no sea tan grave, pues, al igual que a la OLP le gusta exagerar su poder militar y político, también le gusta restar importancia a su poder económico. Se podría comparar a Arafat al presidente de la junta de directores de un gran imperio económico. Al igual que el director de una multinacional, Arafat viaja en su propio avión, propiedad de la OLP, un reactor de ejecutivo que anteriormente perteneció al presidente de Irak, Saddam Hussein. La OLP posee bienes por valor de aproximadamente 6.000 millones de dólares. Todas las derrotas de los árabes, a excepción de la expulsión de Líbano en 1982, han aumentado los ingresos y la riqueza de la OLP. En 1978, el año de los acuerdo de Camp David entre Israel y Egipto, los árabes decidieron, en una cumbre en Bagdad, donar 300 millones de dólares anualmente a la OLP, de 1979 a 1989.

El dinero lo administra el Fondo Nacional Palestino, que depende del comité ejecutivo de la OLP. Arafat se ha reservado el poder de decisión.

Los países petroleros

Los pagos anuales los efectúan los países petroleros. La OLP espera recibir este año 85.700.000 dólares de Arabia Saudí, 47.100.000 dólares de Kuwait y otros tantos de Libia, 44.600.000 dólares de Irak, 34.300.000 dólares de la Unión de Emiratos Árabes, 21.400.000 de Argelia y 19.800.000 dólares de Qatar.

Además, todos los años ingresan 70 millones de dólares en un fondo destinado a los palestinos de los territorios ocupados. Por ahora, sólo los saudíes han cumplido sus obligaciones financieras. A los otros Estados petroleros hay que recordárselo para que aporten al menos una parte de su cuota.

A menudo, los halagos no dan frutos, tal como sucede con el coronel Muanimar el Gaddafi, de Libia. Uno de los máximos colaboradores de Arafat, Abu Iyad, se ha quejado del indeciso libio: "Gaddafi ha metido demasiado dinero en Uganda y Chad y no le queda nada para sus hermanos palestinos".

Pero las donaciones de los Estados árabes son sólo parte de los ingresos de la OLP. Otra fuente más importante la constituyen las contribuciones que aportan regularmente a la OLP todos los palestinos que viven en el extranjero. Estas contribuciones suponen entre el 3% y el 6% de los ingresos de la OLP.

Las contribuciones a la OLP alcanzan una gran productividad en Kuwait, donde los palestinos representan una cuarta parte de la población y donan un gran porcentaje de la renta nacional bruta, y ello con contribuciones volunitarias.

La mayor parte de la riqueza de la OLP es administrada por el Banco Árabe de Jordania, controlado por la organización. Tiene lunas 20 sucursales en el extranjero, incluyendo una en Estados Unidos, y goza de una reputación excelente en medios bancarios. El banco de la OLP ha ayudado incluso a corregir el presupuesto deficitario del rey Hussein de Jordania.

La OLP ha invertido su dinero con gran habilidad en bancos europeos y norteamericanos. Los guerrilleros antisionistas han depositado también parte de sus reservas financieras en cuentas bancarías en Suiza. Para darles apariencia de inofensivas a sus transacciones económicas, la organización utiliza con frecuencia empresas nada sospechosas políticamente o incluso hombres de paja.

En Jordania resulta imposible hacer estremecer la fortaleza económica de la OLP. "Controlan el 70% de la economía", calcula un banquero jordano. Hay fábricas textiles, plantaciones de fruta y empresas de transporte propiedad de la OLP. Las fuerzas palestinas, expulsadas por Hussein en 1970, han reconstruido su poder, haciendo que el monarca dependa económicamente de la OLP.

Las empresas palestinas colaboran entre sí para fortalecer su poder. En cierta ocasión en que un banco decidió construir un nuevo edificio elevado en Animan, la OLP insistió en que hicieran el trabajo empresas palestinas; de lo contrario, advirtió, retiraría su dinero del banco.

Direcciones encubiertas permiten que el dinero de la OLP vaya a los países del Tercer Mundo, en especial mediante el Banco Árabe de Desarrollo Económico en África y el Banco Árabe Africano.

Según un diplomático árabe, "la OLP posee tantas granjas en Africa que podría abastecer de huevos a todos los ejércitos árabes". Entre las empresas rentables se incluyen participaciones en firmas norteamericanas, hoteles y edificios de oficinas en capitales de Próximo Oriente y un hotel y unas líneas aéreas en las islas Maldivas. En su política de inversiones, a diferencia de sus acciones políticas, la OLP prefiere objetivos seguros y rentables.

Otro tanto se puede decir de Líbano. Hasta 1982 la OLP dominaba el país económica y militarmente. Se calcula que trabajaban unos 10.000 empleados en las empresas de la OLP, desde tiendas de muebles a una fábrica textil, desde una fundición a instalaciones de producción de alimentos. La recogida de basuras de Beirut la controlaba la OLP. Los refugiados palestinos eran los únicos que no tenían dinero; por consideraciones políticas, era necesario mantener esta miseria como un símbolo continuo de acusación contra Israel.

Por lo demás, la OLP trata bien a su gente. La oficina de la educación de la OLP, situada en Amman, paga sueldos varias veces mayores de los que el presupuesto jordano puede permitir pagar a sus profesores. Los funcionarios de la OLP reciben con frecuencia sueldos más altos de los que cobran los funcionarios de los países anfitriones.

En muchos países árabes la OLP mantiene su propio sistema de salud, de alta calidad, con hospitales, médicos y enfermeras bien pagados. El hermano de Arafat, Fathi Arafat, que reside en El Cairo, es el director de la Media Luna Roja Palestina, el equivalente islámico de la Cruz Roja. Para irritación de los servicios sanitarios egipcios, posee las más modernas ambulancias y clínicas móviles.

Muchos dirigentes palestinos saben cómo disfrutar los placeres que el dinero proporciona. Hace tiempo que los altos funcionarios de la burocracia de la OLP dejaron a un lado las maneras revolucionarias, junto con las cartucheras y los tocados árabes que exhibe su jefe; por el contrario, llevan trajes de seda, viajan en grandes coches blindados y viven en casas en las mejores zonas residenciales.

Riesgos

Ser un revolucionario profesional de la OLP proporciona comodidades y riqueza, pero tiene sus riesgos. Por ejemplo, Suheir Muhsin, comandante del grupo Saika de la OLP, fue muerto por guerrilleros de su propia organización, en su lujosa residencia de la Riviera francesa. Sus asesinos dijeron, según Radio Trípoli, sentir repugnancia por su montaje fastuoso y corrupto.

Según informes israelíes, Abul Abbas recibe 100.000 dólares al mes. Y Wadi Haddad, que estaba especializado en ataques con bombas en Israel hasta su muerte, en 1978, le dejó 140 millones de dólares a su hermana, afirman sus propios compañeros.

Teniendo en cuenta a estos revolucionarios bien retribuidos, los observadores árabes no toman en serio los recientes lamentos de la OLP sobre sus problemas económicos. Algunos creen que es una treta para mantener viva la generosidad de los árabes. Dice un diplomático árabe: "la OLP se está escayolando la mano, aunque no la tiene rota. Todos saben que un mendigo consigue más dinero cuando tiene una escayola. La OLP no la necesita. Podría vivir de sus intereses".