Tribuna:

La especulación se centra en valores de tercera fila

La indecisión continúa impidiendo que el panorama bursátil se aclare, al tiempo que está minando la confianza de los inversionistas que todavía esperan un final de año sonado en los mercados de valores. El papel a la venta domina la mayoría de los corros, sin que esto signifique que los precios registren caídas importantes. Los últimos recortes han disminuido sensiblemente los beneficios acumulados, y tal vez por ello se haya establecido una especie de compás de espera en muchos valores ya que, tanto las cantidades a ganar como las que pueden perderse, son pequeñas.Son numerosos los operadores...

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La indecisión continúa impidiendo que el panorama bursátil se aclare, al tiempo que está minando la confianza de los inversionistas que todavía esperan un final de año sonado en los mercados de valores. El papel a la venta domina la mayoría de los corros, sin que esto signifique que los precios registren caídas importantes. Los últimos recortes han disminuido sensiblemente los beneficios acumulados, y tal vez por ello se haya establecido una especie de compás de espera en muchos valores ya que, tanto las cantidades a ganar como las que pueden perderse, son pequeñas.Son numerosos los operadores que llaman la atención sobre el hecho de que la actividad especulativa se está centrando en valores de tercera fila, con lo que parece que se considera casi definitivamente agotado este período. Será necesario esperar nuevas entradas de fondos para que el mercado pueda reaccionar nuevamente, y esto sólo sucederá si algún acontecimiento, interno o externo, es capaz de llamar nuevamente la atención del dinero sobre la renta variable.

Por ahora, los poseedores de títulos parecen conformarse con esperar o, en el peor de los casos, liquidar parte de sus operaciones para aguardar las opciones desgravadoras en buena posición. Estas dos posibilidades están conformando un ambiente en el que la desconfianza encuentra un terreno perfectamente abonado, en el que es prácticamente imposible que fructifiquen los intentos de recuperación, incluso si son aislados.

Las operaciones cruzadas son cada vez menos importantes y, a la hora de las declaraciones de intenciones, los valores que registran posiciones de papel o dinero, oferta o demanda en exceso, son en la mayor parte de los casos poco significativos. Siguen siendo más abundantes las intenciones compradoras, lo que permite, incluso en un terreno tan poco fiable, mantener un pequeño margen de confianza. Los valores eléctricos no fueron ayer una excepción, y el papel presionó discretamente a la baja, pero siempre sin causar alarmas. También las cotizaciones de los valores bancarios se mostraron más débiles, a pesar de que, en general, los saldos fueron más reducidos que en la sesión anterior. Los grupos industriales registraron, asimismo, bajas generalizadas ante la retirada del dinero y el incremento de la oferta.

En cuanto a los dividendos, Zardoya Otis abonó a sus accionistas 73,80 pesetas líquidas por cada acción, como pago a cuenta del ejercicio 1985. La cotización descendió 15 enteros desde su cota anterior, por lo que, además del dividendo, cedió 7,72 enteros.

Los pagarés del Tesoro negociados con pacto de recompra superaron los 8.000 millones de pesetas de contratación, registrando el corto plazo, una semana, un ligero descenso de los tipos de interés anuales. El máximo se situó en 10,03%, y el mínimo en 9,25%, mientras que a tres meses las operaciones se cerraron entre el 9,52% y el 9,096%. Las operaciones a vencimiento ofrecieron un abanico de posibilidades más amplio, al realizarse operaciones al 10,789% en operaciones a nueve meses, y al 8,969% para un plazo más dilatado, con vencimiento en marzo de 1987. El grueso de estas operaciones se efectuó a un tipo cercano al 9,50%.

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