El carné de los periodistas

Una de las ideas más insidiosas que han tenido los países del Tercer Mundo para controlar la Prensa es la de la titulación o licenciatura de periodistas. Aunque esta práctica estaba en teoría pensada para ofrecer a los periodistas la completa protección de la ley, lo cierto es que sirve a los Gobiernos para ejercer un control sobre el acceso y el desempeño de la profesión periodística. La punta de lanza de la tradicional y conocida campaña del Tercer Mundo para limitar la capacidad crítica e investigativa de la Prensa se basa en la ampliación y en la legitimación de esta capacidad de co...

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Una de las ideas más insidiosas que han tenido los países del Tercer Mundo para controlar la Prensa es la de la titulación o licenciatura de periodistas. Aunque esta práctica estaba en teoría pensada para ofrecer a los periodistas la completa protección de la ley, lo cierto es que sirve a los Gobiernos para ejercer un control sobre el acceso y el desempeño de la profesión periodística. La punta de lanza de la tradicional y conocida campaña del Tercer Mundo para limitar la capacidad crítica e investigativa de la Prensa se basa en la ampliación y en la legitimación de esta capacidad de conceder la titulación periodística. El hecho de que el propio patrocinio de la Unesco haya dado amparo al nacimiento de una comunidad periodística de libertad muy discutible ha contribuido grandemente al medro de estas prácticas.Por todas estas razones, los partidarios de la Prensa libre aplauden un reciente y unánime dictamen del Tribunal Interamericano de Derechos Humanos en un caso planteado en Costa Rica (...)

Es, al parecer, la primera vez que un foro de estas características ha emitido un dictamen semejante, y la comunidad de todos los que pertenecen a la Prensa libre hace muy bien en valorar este dictamen como un modelo al que deberían atenerse todos los Gobiernos. El dictamen establece que "no basta con garantizar el derecho a fundar y regentar medios de comunicación, sino que también es necesario que los periodistas y, en general, todos aquellos que se dedican profesionalmente a trabajar en esos medios puedan hacerlo con las garantías que la libertad y la independencia de su ocupación requieren". (...)

La batalla mundial por la libertad de Prensa no acaba nunca. En la carta en la que se informa sobre la decisión de otorgar licencias, el Comité por la Libertad en la Prensa Mundial hace un balance de estas actividades amparadas por la Unesco. De otro lado, hemos de hacer mención también de que la Casa Blanca ha pedido a los corresponsales extranjeros que acompañen sus peticiones de acreditación de una carta de sus respectivas embajadas. La Casa Blanca justifica esta petición como una forma apropiada de doble verificación de la buena fe de los corresponsales; pero el comité señala que, "sin percatarse de ello, con ese procedimiento se concede a los Gobiernos extranjeros un poder de veto efectivo sobre la concesión de las citadas credenciales".

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