El fiscal pide tres años para una abortista, y 10 para su novio y un ATS

Una joven de 27 años de edad, Isabel Hernández Gómez, será juzgada mañana, miércoles, en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona acusada de un delito de aborto, supuestamente cometido en septiembre de 1978. El ministerio fiscal solicita en sus conclusiones provisionales la pena de tres años de prisión menor para esta mujer.En la misma causa se encuentran procesados el novio de la joven, Fernando Pastor de la Fuente, y Rafael Edmundo Terreno, un auxiliar técnico sanitario. Natividad Solé Vidal, la mujer que supuestamente llevó a cabo las prácticas abortivas, falleció el año pasado. El fi...

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Una joven de 27 años de edad, Isabel Hernández Gómez, será juzgada mañana, miércoles, en la sección quinta de la Audiencia de Barcelona acusada de un delito de aborto, supuestamente cometido en septiembre de 1978. El ministerio fiscal solicita en sus conclusiones provisionales la pena de tres años de prisión menor para esta mujer.En la misma causa se encuentran procesados el novio de la joven, Fernando Pastor de la Fuente, y Rafael Edmundo Terreno, un auxiliar técnico sanitario. Natividad Solé Vidal, la mujer que supuestamente llevó a cabo las prácticas abortivas, falleció el año pasado. El fiscal pide para estos procesados las penas de 10 años de prisión mayor.

Isabel Hernández acudió al domicilio de Natividad Solé, en la calle del Segre de Barcelona, en setiembre de 1978, para someterse a prácticas abortivas, según reconoció en sus testimonios ante la policía y el juzgado. En una habitación con una camilla, la procesada Natividad Solé y otra mujer más realizaron la intervención. Al finalizar ésta, la mujer le indicó que tomará unas cápsulas puesto que veía un foco de infección. Por esta intervención la joven pagó 35.000 pesetas.

Al día siguiente, Isabel tuvo que ser ingresada urgentemente en una clínica barcelonesa por padecer una aguda infección que la mantuvo en estado grave. En la clínica fue sometida a distintos tratamiento para resolver la infección, hecho que no sucedió hasta que fue intervenida quirúrgicamente. Isabel Hernández permaneció en estado crítico durante más de un mes.

En principio, la joven no informó a los médicos que le trataban sobre las prácticas a las que se había sometido, pero ante la persistencia de la gravedad en su estado general finalmente lo manifestó.

En el piso de la calle del Segre la policía intervino el instrumental utilizado por Natividad Solé. Esta mujer, fallecida el año pasado, negó haber realizado prácticas abortivas a Isabel Hernández ni a ninguna otra joven. Por su parte, el procesado Rafael Edmundo Terreno, procesado también en la misma causa, negó tener nada que ver con actividades delictivas, ciñendo su actividad a lo propio de una auxiliar técnico sanitario. El novio de la joven manifestó en las dependencias policiales que el no quería tener el hijo y que tampoco intentó disuadir a Isabel de la intención de abortar.

Falta de medios económicos

Isabel Hernández declaró a la policía que al principio había tomado anticonceptivos pero, ante diversas molestias, decidió interrumpir el tratamiento. Cuando tuvo conocimiento de su estado se planteó tener el hijo y se lo comentó a su novio, pero éste no estuvo de acuerdo e Isabel, ante la escasez de medios económicos de que disponía, decidió abortar. Según sus declaraciones ante la policía, la mujer se puso en contacto con el procesado Rafael Edmundo, quien le suministró varias inyecciones y manipuló sus órganos genitales con el fin de provocar el aborto. Posteriormente le facilitó la dirección de Natividad Solé.

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