Errores de EL PAIS

En ningun caso pretendo realizar juicio alguno del diario que usted dirige; sí llamar la atención sobre algunas cosas que vienen preocupándome:1. El considerable aumento de la publicidad, que viene haciendo de EL PAIS, más que un periódico, una agencia publicitaria. Debo confesar que este hecho no me sorprende, pues siempre he visto su publicación más como negocio que como diario, lo cual me parece lícito, siempre que ello no se intente enmascarar ni ocultar al lector. Pero no es menos cierto que esto puede traer consigo el que su cacareado diario independiente sea muy discutible...

En ningun caso pretendo realizar juicio alguno del diario que usted dirige; sí llamar la atención sobre algunas cosas que vienen preocupándome:1. El considerable aumento de la publicidad, que viene haciendo de EL PAIS, más que un periódico, una agencia publicitaria. Debo confesar que este hecho no me sorprende, pues siempre he visto su publicación más como negocio que como diario, lo cual me parece lícito, siempre que ello no se intente enmascarar ni ocultar al lector. Pero no es menos cierto que esto puede traer consigo el que su cacareado diario independiente sea muy discutible.

Ahora bien, lo que no creo que sea tan lícito es la postergación -e incluso silencio- de noticias por la inclusión de anuncios. Ejemplo lamentable de esto fue el tratamiento dado a la Carta a los 'milis', de Kepa Aulestia, insertada recientemente, creo que íntegra, en unos caracteres que no invitaban precisamente a leerla, so pena de provocarse lesiones oculares.

2. El uso que se hace de la sección Cartas al director, que de forma sistemática se ve convertida en un muestrario de firmas, más que en una ventana al lector medio. No dudo que la opinión aportada por estos insignes sea merecedora de su publicación, pero pienso que ya tienen suficientes tribunas libres y otros espacios donde plasmar su opinión como para que usted les dé también el 80% del espacio destinado a otro tipo de lectores. Me refiero a la inserción el pasado día 6 de una carta de Ramón Tamames, como si este copropietario de EL PAIS no tuviera bastante con la página editorial.-