El Banco de España manifiesta su escaso interés por aumentar la presencia de la banca extranjera en España

El Banco de España ha manifestado a cinco bancos extranjeros su escaso interés porque se instalen próximamente en España, por razones de sobresaturación del mercado financiero. Este es el principal mensaje de la reunión que mantuvo el pasado lunes el director general de la entidad emisora, Ángel Madroñero, con los representantes en Madrid de esos cinco bancos, según fuentes del propio Banco de España. Sin embargo, al parecer de un portavoz de los bancos en cuestión, ese "escaso interés" podría corregirse si mejorasen las condiciones de entrada o si alguno de los aspirantes a operar en España a...

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El Banco de España ha manifestado a cinco bancos extranjeros su escaso interés porque se instalen próximamente en España, por razones de sobresaturación del mercado financiero. Este es el principal mensaje de la reunión que mantuvo el pasado lunes el director general de la entidad emisora, Ángel Madroñero, con los representantes en Madrid de esos cinco bancos, según fuentes del propio Banco de España. Sin embargo, al parecer de un portavoz de los bancos en cuestión, ese "escaso interés" podría corregirse si mejorasen las condiciones de entrada o si alguno de los aspirantes a operar en España adquiriese alguna entidad financiera española en crisis.

El pasado lunes, el director general del Banco de España, Ángel Madroñero, recibió por separado a los representantes en Madrid de los bancos japoneses Mitsubishi, Sanwa, Mitsui e Industrial Bank of Japan, y del canadiense Royal Bank of Japan. Estos bancos tenían solicitada hace más de un año la autorización del Gobierno para operar en España a través de la apertura de sucursales. Madroñero dio de plazo un mes a las entidades afectadas para que estudien posibles nuevas condiciones de instalación y respondan si siguen interesados en abrir sus oficinas al amparo del decreto ley de 1978 o prefieren mantener, en caso contrario, oficinas de representación. El Banco de España enviará "dentro de uno o dos meses" su informe preceptivo al Ministerio de Economía y Hacienda, para que éste fije, a su vez, su postura ante el Consejo de Ministros.La tesis del banco emisor es que el mercado financiero español está muy cerca de la sobresaturación (un 14% de cuota de mercado) en lo que respecta a entidades extranjeras acogidas al decreto ley de 1978, que abrió las puertas a la apertura de sucursales de bancos con casa matriz fuera de las fronteras españolas.

Cierta prudencia

En este contexto, los responsables del Banco de España parecen defender la idea de que una cierta prudencia es necesaria en la concesión futura de licencias de apertura, al menos hasta que termine el período transitorio de dos años que el sector financiero tiene para adaptarse a la reglamentación de la CEE. Es decir, que la eficacia del sistema no aumenta aunque se incremente el número de entidades foráneas.Según fuentes de los bancos aspirantes a competir en el futuro inmediato con las entidades que ya operan en España, el Gobierno tiene muy difícil dar un no, dado que llevan más de un año preparándose para instalarse en nuestro país. Por ello, entienden que el escaso interés del Banco de España podría ser vencido si cambiasen las condiciones de entrada. Por ello, para la autorización definitiva se estudiarían distintas variantes, que fueron sometidas a las entidades y a las que se rogó respuesta antes de un mes.

De lo que se trataría, en román paladino, es de que "los bancos extranjeros interesados en España acudan a resolver problemas y no a crearlos", según afirmó, casi textualmente, Ángel Madroñero, según alguno de los presentes en la reunión. Dentro de este contexto, la oferta del Banco de España para cumplir estos nuevos requisitos presentaría diversas variantes, que van desde el incremento considerable de la aportación que cada entidad tendrá que hacer en calidad de recursos propios (sobre los mínimos establecidos en el decreto de 1978) hasta la posibilidad de adquirir, entera o troceada, alguna entidad bancaria española en crisis. Dentro de esta última posibilidad, se ha sugerido a los bancos japoneses que la compra de entidades en crisis pudiera hacerse por la vía de formar un pool entre las cuatro entidades o bien que fuese alguna de ellas, por sí sola, la que asumiese toda la operación.

Otra posibilidad abierta, dentro del mismo contexto, sería la de trocear el banco o los bancos que se tratasen de adquirir, y su enajenación a las entidades japonesas. Con ello, aducen las fuentes consultadas, el Gobierno español podría justificarse ante las fuertes presiones que está recibiendo por parte de la CEE y de Estados Unidos para que sea precavido en sus futuras relaciones con Japón.

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