Rafael de Paula declara de nuevo ante el juez en relación con la agresión a un amigo de su esposa

Rafael Soto Moreno, Rafael de Paula, tuvo que comparecer ayer de nuevo ante el Juzgado de Instrucción número 2 de El Puerto de Santa María (Cádiz), al igual que los otros tres procesados por un presunto delito de asesinato en grado de frustración, cometido el pasado 8 de marzo en la persona de José Gómez Carrillo, a causa de sus relaciones personales con la esposa del diestro, Marina Muñoz.

Las nuevas diligencias han sido necesarias al variar su declaración dos de los implicados, los jóvenes Osvaldo Hernández Prados, autor material del hecho, y José Raúl Robles Zafra, colaborador, q...

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Rafael Soto Moreno, Rafael de Paula, tuvo que comparecer ayer de nuevo ante el Juzgado de Instrucción número 2 de El Puerto de Santa María (Cádiz), al igual que los otros tres procesados por un presunto delito de asesinato en grado de frustración, cometido el pasado 8 de marzo en la persona de José Gómez Carrillo, a causa de sus relaciones personales con la esposa del diestro, Marina Muñoz.

Las nuevas diligencias han sido necesarias al variar su declaración dos de los implicados, los jóvenes Osvaldo Hernández Prados, autor material del hecho, y José Raúl Robles Zafra, colaborador, quienes reconocen ahora que Enrique Vidarte, amigo del torero, les encargó la misión y les proporcionó señas personales y domicilio de la víctima, tal y como se presumía en el auto de procesamiento, a pesar de las reiteradas negativas de los implicados.La nueva prueba surgió a partir de una carta que José Raúl Robles envió al juez instructor, Juan Manuel Groso de la Herranz. En ella desmontaba la historia de que los dos jóvenes habían agredido a Gómez Carrillo por el simple hecho de admirar al torero y lamentar su situación, sin que existiera inducción alguna. José Raúl Robles dice ahora que Rafael de Paula es culpable, y que el asunto se ha desorbitado por tratarse de un personaje famoso.

El otro acusado, Osvaldo Hernández, en su declaración también ha reconocido que fueron enviados por el empresario vasco, aunque asegura no saber nada respecto a la implicación del diestro en el asunto. Ambos han negado que recibieran dinero para llevar a cabo el escarmiento. Según el abogado defensor de José Raúl, César Belandia, la nueva versión perjudica a Rafael de Paula "pero es la verdad".

Un abrelatas

Este letrado mantiene, en unión del defensor de Osvaldo Hernández, José Manuel Jareño, que el encargo fue de pegar a la víctima y que en ningún momento se utilizó arma blanca, sino un utensilio de abrir latas, de escasas dimensiones. "Con una navaja de sólo tres centímetros, el agredido hubiera muerto, porque las heridas le hubieran interesado zonas vitales de su cuerpo", insisten ambos defensores.Enrique Vidarte se negó a hacer declaraciones, mientras que su abogado defensor, Jesús Rodríguez, se quejó de que el proceso judicial se hubiera interrumpido a causa de una prueba que debería haberse presentado en el juicio. Insistió además en que tras las declaraciones de ayer, Rafael de Paula seguía quedando totalmente exculpado, mientras que la responsabilidad de su cliente y de los dos jóvenes quedaba por determinar.

Rafael de Paula estuvo dos horas en el interior del juzgado de instrucción y tampoco quiso hacer declaraciones. Mantuvo en todo momento su total inocencia. Todos los procesados se encuentran en libertad bajo fianza y las diligencias celebradas ayer pueden ser las últimas antes de que el caso sea calificado por la fiscalía y se celebre el juicio, en marzo de 1986.

Los abogados defensores tratan de que la calificación de los hechos cambie de asesinato en grado de frustración a lesiones leves.

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