Unión Mallorquina rompe el pacto de gobierno en Baleares y deja a AP en minoría

El partido Unión Mallorquina rompió ayer el pacto de gobierno con Coalición Popular (CP) dejando al presidente de la comunidad autónoma de Baleares, el aliancista Gabriel Cañellas, en minoría parlamentaria y con serias dificultades para llevar adelante un mínimo programa político.

Jerónimo Albertí, presidente de Unión Mallorquina, partido integrado en la operación reformista que promueve Miquel Roca, anunció la ruptura unilateral de los pactos suscritos con Coalición Popular tras las elecciones de mayo de 1983, y enumeró tres puntos fundamentales de desacuerdo: el anteproyect...

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El partido Unión Mallorquina rompió ayer el pacto de gobierno con Coalición Popular (CP) dejando al presidente de la comunidad autónoma de Baleares, el aliancista Gabriel Cañellas, en minoría parlamentaria y con serias dificultades para llevar adelante un mínimo programa político.

Jerónimo Albertí, presidente de Unión Mallorquina, partido integrado en la operación reformista que promueve Miquel Roca, anunció la ruptura unilateral de los pactos suscritos con Coalición Popular tras las elecciones de mayo de 1983, y enumeró tres puntos fundamentales de desacuerdo: el anteproyecto de ley de Consejos Insulares, la ley de Normalización Lingüística y la ley Electoral.Las causas de dicha ruptura fueron hechas públicas en un comunicado en el que se señala: "Es imposible conciliar nuestra política autonómica con el cumplimiento de unos pactos que se firmaron al inicio de la legisltura". Estos argumentos han saido acogidos con escepticismo en los medios políticos de Baleares, para quienes parecen no estar claros los motivos profundos de la ruptura. Socialistas y CP cuentan con 21 diputados en la Cámara y los reformistas tienen ocho.

En la hipótesis de que Cañellas presente una moción de confianza y la pierda o bien prospere una moción de censura, el Gobierno balear cesará en sus funciones. En ese supuesto, el presidente de la Cámara, tras efectuar consultas con todos los grupos, propondrá un candidato. Si en el plazo de 60 días a partir de la primera votación para la investidura ningún candidato obtuviera la confianza, el Parlamento quedaría, disuelto, procediéndose a la convocatoria de nuevas elecciones, según el artículo 31 del Estatuto. Está convocatoria impediría el referéndum sobre la OTAN.

El ministro de Administración Territorial y presidente de la Federación Socialista Balear, Félix Pons, manifestó ayer a la agencia Efe que en Baleares "un Gobierno minoritario en las condiciones actuales es inviable". Sobre la posibilidad de que los socialistas presenten una moción de censurala Cañellas, señaló que su grupo no lo hará si no tienen la certeza de que implique una alternativa de Gobierno. Pons señaló que el PSOE,"hará todo lo posible para que no haya unas elecciones anticipadas en la comunidad autónoma".

En medios políticos baleares no se descartaba ayer un eventual pacto entre reformistas y socialistas, si bien Albertí desechaba este supuesto. Francesc Triay, portavoz socialista en el Parlamento regional, afirmó que su grupo no está cerrado a un posible acuerdo de gobierno con Unión Mallorquina. Cañellas, por su parte, afirmó que continuará gobernando "con total tranquilidad".

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