El juez reconstruyó la muerte de Miguel Colorado a manos de un policía nacional en un descampado de Vallecas

El juez José María Vázquez Honrubia reconstruyó el miércoles 25 de septiembre la muerte de Miguel Colorado Rodríguez, un joven vallecano de 19 años, a manos de un policia nacional fuera de servicio, Francisco Mansilla, ocurrida 11 días antes. Según la acusación particular, durante la reconstrucción se encontraron uno de los zapatos del muerto y las huellas de los neumáticos del coche del policía nacional. El hallazgo de uno o dos casquillos en el descampado donde se produjeron los hechos abona la tesis de que los disparos fueron realizados desde fuera del vehículo, según la acusación particula...

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El juez José María Vázquez Honrubia reconstruyó el miércoles 25 de septiembre la muerte de Miguel Colorado Rodríguez, un joven vallecano de 19 años, a manos de un policia nacional fuera de servicio, Francisco Mansilla, ocurrida 11 días antes. Según la acusación particular, durante la reconstrucción se encontraron uno de los zapatos del muerto y las huellas de los neumáticos del coche del policía nacional. El hallazgo de uno o dos casquillos en el descampado donde se produjeron los hechos abona la tesis de que los disparos fueron realizados desde fuera del vehículo, según la acusación particular.

En la reconstrucción de los hechos ordenada por el juez Vázquez Honrubia, titular del Juzgado de Instrucción número 21, participaron el policía acusado, Francisco Mansilla, y el grupo de amigos de Miguel Colorado que estaban con él en la madrugada del sábado 14 de septiembre, cuando se produjo su muerte. Estuvieron también presentes, además del propio juez y el fiscal, los abogados de ambas partes, funcionarios de la Dirección de la Seguridad del Estado (DSE) y varios policías nacionales de la comisaría citada.Francisco Mansilla, internado en Carabanchel en prisión provisional, compareció sin ir esposado y sin ser escoltado por miembros de la Guardia Civil. Vázquez Honrubia no pudo ser localizado ayer para que facilitara información sobre los pormenores de la reconstrucción.

La escenificación de lo sucedido comenzó a las siete de la tarde del miércoles y duró hasta las 22.30 horas, para dar tiempo a que anocheciera y se reprodujeran con la mayor fidelidad las circunstancias . Los amigos del joven muerto repitieron sus movimientos desde que salieron del pub Jamaica hasta que abandonaron el lugar, en el propio coche del policía, para trasladar al moribundo Colorado a la casa de socorro. La versión de los jóvenes sobre el terreno insiste en que el policía intentó arrollarles y luego salió del coche y disparó contra ellos, primero contra dos del grupo, que salieron corriendo por el descampado, e inmediatamente después contra Miguel Colorado, caído en el suelo, a pocos metros de distancia.

Los jóvenes sostienen que el policía disparó de pie, entre el coche y la portezuela abierta. Carlos Fernández Vales, abogado defensor del policía nacional, afirma que el agente rozó involuntariamente al grupo de amigos al pasar con su coche y que varios de ellos subieron al capó y comenzaron a golpearlo.

Casquillos de bala

El policía, según esta versión, disparó desde dentro del coche y para defenderse de la agresión. Los disparos se efectuaron, afirma el defensor, a través de las grietas abiertas en el parabrisas por los golpes de los jóvenes, y uno de ellos alcanzó a Colorado. La versión del abogado defensor se basa, en que dentro del coche apareció un casquillo de bala.Según Pilar Luna, abogada de la acusación particular, la reconstrucción sobre el terreno permitió apreciar las huellas de los neumáticos del coche conducido por el policía, y cómo éstas se desviaban como si el conductor hubiera girado con cierta brusquedad. En las inmediaciones de la zona donde aún se apreciaban huellas del coche, había un zapato de piel de Menorca, de color azul, que fue inmediatamente reconocido como propiedad de Miguel Colorado por uno de sus amigos.

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Pilar Luna afirma que en el lugar han aparecido uno o dos casquillos de bala, pertenecientes a una pistola Astra, calibre 9 milímetros corto, munición reglamentaria de la Policía Nacional, aunque la abogada no pudo precisar si se encontraron durante la reconstrucción del suceso o el día que se produjo. Para la acusación particular, el hallazgo de los casquillos en el suelo refuerza su tesis de que el policía bajó del coche para disparar, y que lo hizo, por tanto, contra personas que huían, y no contra personas situadas encima del vehículo.

Aún no se conocen los resultados de la autopsia, ni de los análisis que realiza el Gabinete de Toxicología, centrados en las marcas del disparo en la camisa del joven, lo que permitirá deducir a qué distancia se realizó el disparo.

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