La tripulación del 'Deppy' píde viveres y fuel antes de negociar con el armador

La tripulación del barco mercante Deppy, de bandera panameña, que se encuentra anclado desde hace más de 10 días en el puerto de Valencia y sometido al embargo decretado por el Juzgado de Instrucción número 4 de esta ciudad, está, dispuesta a negociar desde mañana mismo el final del conflicto si Nicolás Vasiliadis, el mandatario universal griego de la compañía propietaria del barco, dota al mismo de víveres y com bustible, de los que ahora carece.

Entretanto, los 13 tripulantes permanecen en huelga indefinida, asistidos por la UGT de la Marina mercante, sindicato que solucionó provision...

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La tripulación del barco mercante Deppy, de bandera panameña, que se encuentra anclado desde hace más de 10 días en el puerto de Valencia y sometido al embargo decretado por el Juzgado de Instrucción número 4 de esta ciudad, está, dispuesta a negociar desde mañana mismo el final del conflicto si Nicolás Vasiliadis, el mandatario universal griego de la compañía propietaria del barco, dota al mismo de víveres y com bustible, de los que ahora carece.

Entretanto, los 13 tripulantes permanecen en huelga indefinida, asistidos por la UGT de la Marina mercante, sindicato que solucionó provisionalmente el problema de alimentación de los dos chilenos y once paquistaníes que componen la dotación del Deppy.

José María Iglesias, de UGT, ha salido al paso de las declaraciones de Vasiliadis, que no reconocía como válidos a los mediadores españoles (ver EL PAIS de ayer, sábado), al manifestar que "tenemos poderes notariales de la tripulación para realizar las gestiones negociadoras con el empresario. Además -señaló- formamos parte del ITF (Federación Internacional del Transporte) y estamos legitimados para actuar en temas de bandera de conveniencia como el que nos ocupa". El Deppy permanece desde hace más de diez días atracado en el puerto de Valencia y abandonado, sin combustible ni víveres, por la empresa griega armadora del buque, Regal Bay and Riversides Houldings, que adeuda a los tripulantes unos 13 millones de pesetas.

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